Ryomen Sukuna era conocido como el Rey de las Maldiciones, un monstruo que había existido durante mil años desde la Era Heian, dejando su huella en la época dorada de las maldiciones y los hechiceros, convirtiéndose en el monstruo que terminó por aburrirse de su época y que se selló así mismo separándose en veinte dedos que se mantuvieron sellados y separados para que no volviera a la vida. Sukuna se convirtió en el Hechicero más Fuerte tras matar a Satoru Gojo, demostrando su experiencia y poder al utilizar los poderes del cuerpo que habitaba y superar la técnica maldita de su adversario. Se había convertido en una figura de terror tras mil años, trayendo el miedo que hubo en la Era Heian a la Era Actual, instalando en los corazones de los hechiceros presentes una enorme quietud, pues no podían entender como finalmente podrían derrotarlo.
Para vencer a un monstruo, es necesario otro peor.
Yuji Itadori y Ryomen Sukuna se estaban mirando, uno a otro, separados unos veinte metros aproximadamente, sin nadie que estuviera a su alrededor. Los hechiceros y las maldiciones que se liberaron de Kenjaku, estaban peleando en otra parte del distrito. Desde donde estaban ellos, se podía oír perfectamente los gritos y las explosiones, como algunos edificios finalmente caían sobre si mismos dejando una enorme montaña de escombros y polvo.
Aquello finalmente era una guerra.
Los ojos del adolescente no perdieron el tono ambarino que habían adoptado tras resucitar; el color solamente se tornó mucho más dorado, intensificándose en un rostro marcado con los golpes y la sangre. Un corte surcaba el puente de su nariz de izquierda a derecha, pero no parecía demasiado peligroso para su visión recién recuperada.
El ojo que debería haber sido azul, había recuperado su color (castaño) cuando Satoru Gojo revivió finalmente. Ese fue el indicio de que el profesor había vuelto a la vida, pero no le dio ningún indicio a Yuji de que habría perdido su técnica maldita.
Al menos, Yuji así lo pensaba. Sukuna tenía otros pensamientos.
El Rey de las Maldiciones lentamente se puso de pie. Había estado sentado, esperando ver a que hechicero mandaban a terminar la pelea de una vez por todas. Sus cuatro ojos observaron como su sobrino caminaba hacia la zona, sin rasguño alguno. Parecía que los hechiceros se lanzaron directamente a pelear contra Mahito y el resto de las maldiciones que Kenjaku contuvo con la técnica maldita de Suguru Geto, quien ya estaba muerto.
Torció los labios ligeramente, mostrando los dientes en una sonrisa divertida.
―Parece que podremos terminar nuestra pelea y nuestra charla, mocoso. Aunque las circunstancias han cambiado ligeramente―estiró los brazos hacia el cielo como si se estuviera desperezando. Los pantalones cubrían la parte inferior de su cuerpo, pero mostraban sendos cortes que habían sido ocasionados en la pelea―. ¡Porque ya he alcanzado mi nivel óptimo de aburrimiento!
Palmeó con las cuatro manos. Los cortes salieron disparados, creando surcos profundos en la tierra. Yuji previó un ataque directo por parte de Sukuna, por lo que saltó hacia la derecha para evitar el ataque directo de su enemigo. Se detuvo y disparó su propio corte para inhabilitar otro que Sukuna lanzó contra él, causando un estallido de aire invisible.
―...
Dorados, los ojos de Yuji miraron a Sukuna, analizándolo. Este no presentaba heridas, probablemente gracias a la "Técnica Inversa" y su nivel de energía maldita no parecía estar menguando a pesar del tiempo que llevaba peleando. Por algún extraño motivo, Sukuna estaba relajado a pesar de que no podía terminar aquella guerra ni había encontrado a su rival adecuado.
―No me mires así―Sukuna apuntó con su brazo hacia Yuji. Una flecha de fuego salió disparada contra el adolescente―. ¡No puedes obtener la victoria!
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Útero Maldito
Fanfic"Cada uno es creado para seguir un camino establecido, un destino, una herramienta de aquellos que están por encima. Y los seres como las maldiciones, pueden llegar a ser la manifestación de todo el mal de la humanidad" Yuji Itadori es un hechicero...