Las decisiones forjan a las personas y dan visibilidad a los caminos que siguen a lo largo de sus vidas, convirtiéndose en una parte íntegra de cada uno. Yuji había tomado sus decisiones: comerse el dedo de Sukuna para salvar a sus compañeros; estar dispuesto a ser ejecutado como si no importara su vida; considerarse una parte más del engranaje del destino y los planes para detener a Kenjaku...había tomado decisiones que se marcaron en su camino y que comenzaron a construir su futuro y su presente sin que él pudiera tomar realmente una decisión, sentirse realizado por seguir el camino frente a él. Pero como le había dicho su abuelo, algo que le repitió hasta el final de sus días, Yuji no podía abandonar a sus amigos sin sacrificarse él mismo para el bienestar de los demás.
Volver de la muerte no era algo agradable ni que una persona pudiera hacer. Cuando un ser humano moría, debía quedarse muerto y su familia llorar su fallecimiento. Esto era algo que pasaba en todos lados, sin importar si eras hechicero o un humano ordinario con mucho dinero pero nada de energía maldita. No fue el caso ni para él ni para su profesor, quien estaba peleando contra Kenjaku.
Yuji tomó una enorme bocanada de aire cuando volvió a abrir los ojos. El rostro pálido de Choso fue lo primero que vio, mirándole con una preocupación real reflejada en sus oscuros ojos. El hombre había estado usando su técnica de "Manipulación de Sangre" para devolverlo a la vida o, al menos, para que no muriera hasta que alguien pudiera usar la "Técnica Inversa"; algo que el propio Yuji usó nada más abrió los ojos, sintiéndose como nuevo...sintiéndose mejor.
Había sido como renacer.
Al adolescente le habría gustado hablar con su hermano, pero no pudo despedirse de sus amigos y familiares. Los temas de una vida cotidiana no estaban dentro de sus prioridades en el presente. Cuando sus ojos capturaron el movimiento de Sukuna y como iba a aplastar la cabeza de Aoi, solamente pudo moverse hacia adelante y reaccionar con un "Black Flash" después de detener el pie del Rey de las Maldiciones.
Sukuna no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, lo que su cuerpo sintió. Podía percibir la energía maldita de Yuji Itadori en el cuerpo de Yuji Itadori, ¿pero podía estar vivo? No poseía los "Seis Ojos" del clan Gojo, pero sabía que aquel adolescente que lo golpeó era el mismo que lo tuvo dentro de su cuerpo durante dos meses...o casi el mismo adolescente. Podía ver que el chico era Yuji, pero no comprendía como volvió a la vida.
Ambos se miraron, separados por un espacio de varios metros que podía considerarse como un terreno "neutral". Sukuna repasaba con sus ojos el cuerpo del adolescente, buscando alguna marca que indicara que el chico era una invocación o que había sido traído a la vida por alguna especie de ritual. Por su parte, los ojos de Yuji miraron cada una de las manos de Sukuna, cada uno de los brazos. Para poder vencer a Sukuna, solo tenían una oportunidad y debían de confiar en las habilidades de Hana, lo que le dejaba a él el papel más peligroso.
Yuji apretó los puños, pero no fue un gesto que se replicó en su cuerpo. No se mostró tenso ante la intensa mirada del Rey de las Maldiciones ni dejó que el miedo embotara sus sentidos. Extrañamente, Yuji no podía percibir el miedo dentro de su cuerpo, en la amalgama de emociones que lo hacía levantarse. Podía percibir ira, tristeza y, tal vez, un poco de desesperación por obtener resultados. Pero esto último, lo mantenía al fondo de su mente, encadenado en una caja en lo más profundo y no estaba dispuesto a soltar sus preocupaciones.
Las palabras de sus padres y su abuelo, así como las de Nanami y Junpei, estaban presentes también en su cabeza, resonando cada pocos segundos. Estaba feliz por saber que su padre y su madre se habían amado, pero estaba enfadado con Kenjaku por haber asesinado a Kaori y haber tomado su cuerpo. Habría nacido sin importar que Kenjaku interfiriera y lo habría hecho en una familia llena de amor.
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Útero Maldito
Fiksi Penggemar"Cada uno es creado para seguir un camino establecido, un destino, una herramienta de aquellos que están por encima. Y los seres como las maldiciones, pueden llegar a ser la manifestación de todo el mal de la humanidad" Yuji Itadori es un hechicero...