Mi Abuelo, Mi Futuro Novio, Mi Ejército, Mi Todo

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En los años 1930, la crítica y los espectadores se mostraron escépticos ante la idea de un largometraje de Blancanieves. ¡Un largometraje de un personaje clásico, animado de manera detallada, en color y con música? ¡Parece increíble! Los periódicos publicaron artículos titulados "Disney da un paso demasiado lejos" y "¿Película de Blancanieves? ¡Una locura!" Muchos pensaron que el proyecto sería un fracaso comercial y sería recibido por la audiencia con indiferencia.

Ya lo demás es historia, y ustedes saben el desenlace.

Bob Stuart (Cronista de El Sargento Colorado)

I

Antes hacer dibujos animados era el proceso más tedioso del mundo, ya que las personas tenían que dibujar fotograma por fotograma el montón de piruetas y movimientos que harían los personajes... ¡Solo imagina por un momento si ese muñequito era muy inquieto! ¡Le daría quebraderos de cabeza a los pobres dibujantes!

¿Se imaginan tener que animar manualmente una marcha al estilo militar de la Segunda Guerra Mundial? Sería trabajo de varios meses, Pero valdría la pena ver el resultado final...

La marcha militar avanzaba con un paso constante y monótono, acompañada por el cadencioso "bum bum bum" de los pies que golpeaban contra el suelo.

El trompetista tocaba con entusiasmo la melodía trillada de la marcha, pero parecía que la banda de música estaba ahogada por el sonido uniforme de los pasos.

La marcha continúa avanzando, como una serpiente borrosa de uniformes verdes y botas lustrosas. Cada paso del ejército está en perfecta sincronía con los demás, una muestra genuina de disciplina militar.

Pero para los espectadores, la visión se había convertido en un conjunto de pasos sordos y repetitivos, y el aburrimiento se hizo presente en sus mentes. Parecía moverse como una sola entidad, como si fuera una máquina perfectamente engrasada y unida, sin un solo pensamiento individual o momento de improvisación.

La precisión era impresionante, pero también resultó aburrida en algunas ocasiones.

¿Todo en la vida debe ser un complejo de logros y perfección? ¿Uno no puede flaquear aunque sea una vez en la vida? ¿Por qué todo el mundo espera lo mejor de nosotros, cuando a veces solo queremos que la monotonía se acabe? La monotonía es el peor pecado del resiliente, la cual se diferencia en gran manera de la tolerancia por una sola razón: tu corazón no se tizna como el carbón.

La resiliencia es como una planta que crece en el medio de un manto de nieve. En un mundo que parece inhóspito y difícil de dominar, la resiliencia es la capacidad para crecer, adaptarse y sobrellevar el dolor, para resurgir con más fuerza cada vez. Tú puedes ser tolerante y odiar con todas tus fuerzas a tu acreedor; pero si eres resiliente le desearás todos los tesoros del mundo.

En la marcha, el soldado carga un peso enorme en sus hombros, su rostro es una máscara de concentración. Su cara ha sido moldeada por la guerra, pero él ha aprendido a soportar el peso de la lucha.

La mirada del soldado es fuerte y está alerta, como si el mundo fuera una jungla de obstáculos y su misión es salir victorioso de ella. Ha de aprender a ahorrar su energía, a utilizar la fuerza sólo cuando sea necesaria, y a mantener su mente en óptimas condiciones en todo momento.

Él es una muestra de resiliencia en carne y hueso.

Entre tanta perfección y simetría se lograba divisar una pequeña abertura de dolores de cabeza y reprensiones al final de la actividad.

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