CAPITULO 13

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Alexandra

El final de la tarde esta llegando cuando la puerta se abre y tres figuras entran aliviándonos el pecho por completo. Mi cuerpo no se mueve del sofá, siento que todo dentro mío tiembla que solo me quedo viendo sentada como los padres de Melina y ella abrazan alegrándose de ver a Mase y Dan afuera e ilesos.

Mase se enfoca en mi y se acerca, siento mi respiración estar toda temblorosa que cuando se acuclilla en mi delante limpia una lagrima y es que no dudo en abrazarlo por el cuello liberando muchas más —ya estoy aquí mia Ninfa —susurra acariciando mi espalda y yo solo oculto mi rostro en el hueco que hay entre su cuello y hombro.

No sé cómo, pero Mase me acomoda en su regazo mientras toma asiento en el lugar donde estaba. Aun conmocionada me alejo y tomo su rostro con ambas manos —¿estas bien? —este asiente y toma una de mis manos dejando un beso en mi palma.

—Ahora si que te tengo en mis brazos —sonrío y me acerco a besarlo cuando escucho que alguien carraspea y recuerdo que no estamos solos. Al ver hacia arriba me encuentro con una mujer muy hermosa con un vestido negro entallado, zapatos de tacón muy elegantes y un maletín dándole toda una imagen profesional que bien podrías ver en las revistas empresariales.

Me levanto como resorte, mis mejillas arder por todo el espectáculo que estaba montando. Limpio como puedo mis lágrimas y ruego interiormente que no parezca un panda, "dios, que vergüenza". Escucho la pequeña risa que suelta Mase cuando se levanta y se para a mi lado colocando una mano en mi espalda baja —Raquel te presento a mi novia, Alexandra Kiereva —nos presenta —Alexandra, ella es mi hermana Raquel Conte —la mujer en mi delante extiende su mano mostrándome una sonrisa cálida.

—Gusto en conocerte, Alexandra —yo asiento correspondiendo el saludo.

—El gusto es mío —digo nerviosamente ya que aun estoy avergonzada por como me vio con su hermano, "excelente primera impresión, Alex". Raquel lleva el mismo color de cabello de Mase; un castaño que bien puede parecer un poco mas claro bajo la luz del sol, al igual que sus ojos. Es de mi misma estatura, mas su postura y toda su presencia destila elegancia y clase, una que de alguna forma me hace sentir un poco inferior.

—Calma, que yo no muerdo —dice a modo de broma.

—No a menos que estes del lado contrario a ella en un juicio —acota Dan llamando nuestra atención —ahí sí que hará más que morderte —sonríe juguetonamente —¿o me equivoco? avvocato del diavolo.

—No olvides que así como te puedo sacar de la cárcel, puedo meterte de nuevo cucciolo — Melina se atraganta con su propia risa y Dan solo niega mientras se apoya en la isla de la cocina. No se si es mi imaginación, pero creo notar cierta atracción entre ambos.

—Bueno, todos hemos tenido una tarde lo bastante tensa —interviene la señora Ferran —así que propongo una cena para olvidar este trago amargo y celebrar que mi niña —abraza a Melina de los hombros —demostró su talento y obtuvo la calificación máxima —todos estando de acuerdo nos ponemos cómodos y disfrutamos de una noche llena de dialogo y diversión.

Mase

Después de una cena amena, viendo como las dos mujeres más importantes para mí se relacionaban y disfrutaba con las personas que considero como mi familia, llevo a mi hermana conmigo a mi departamento sabiendo que hay una conversación pendiente entre ambos.

—Ella es muy linda —dice sentándose en mi sofá mientras se saca sus zapatos. Yo nos sirvo a ambos un trago y voy hacia ella ofreciéndoselo —puedo entender gustas de ella —sonríe antes de tomar un sorbo.

MI OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora