Alexandra
Después de ese día que Mase me confesó su mayor secreto empecé a ver detalles que antes no me había percatado, o más bien, no estaba prestando atención.
Las veces que llegábamos a las carreras, el organizador mostraba un respeto hacia Mase y Dan que si bien su gestos no son tan notorios, si uno observa bien, puede percibir como hasta su postura cambia a una menos relajada.
Hay cosas que no me atrevo a preguntar sobre el entorno de la mafia, "Dan mismo me confesó que sus manos no están limpias". Pero en mi cabeza no entra la imagen de ellos matando o si quiera lastimando a un punto crítico a alguien, no cuando son super protectores con Melina y conmigo.
Otra cosa que empecé a darme cuenta, es que Mase y Dan son los únicos que usan su nombre de pila en las carreras, todos los demás tienen apodos o sobrenombres para llamarse entre ellos. Una vez le pregunté si no tenía miedo de que alguno de ellos no lo delatara con la policía a lo que Mase solo sonrió ladinamente y me beso en la coronilla para después susurrarme, "todos aquí conocen las consecuencias de estar de boca suelta". Si bien esas palabras me estremecieron, no fue únicamente por miedo, sino que otro sentimiento estaba presente, uno que sentí cuando Mase me masturbó ese día en la casa de sus abuelos.
"Poder", sé que no debería estar cómoda con sus acciones, que lo correcto sería terminar todo y alejarme, pero el tener un hombre con un lado oscuro y peligroso, es como un afrodisiaco del cual uno puede volverse bastante adicto.
Al llegar a las carreras saludo con la mano al organizador y este solo me mira antes de seguir hablando con los dos hombres en su delante, "debe ser algún pez gordo". Esta noche solo correré yo, así que manejo hasta colocarme en la línea de salida con mi moto —¿no te vendrán animar tus amiguitos, Ninfa? —la voz de Carla la escucho desde un lado, más la ignoro ya que lo último que deseo esta noche es gastar mi tiempo con una idiota —de seguro Mase ya se está empezando a cansar de ti —detengo el acomodar mis guantes y la miro —una «niña» jamás podría saciar el hambre de un hombre como él.
—En eso tienes razón, Carla —esta se gira para ver detrás encontrándose a Mase con una camisa blanca desabotonada en los primero botones, "ha venido directo de la oficina" —por eso es que escogí a una mujer capaz de saciar totalmente mi hambre —camina hacia mí y sin más toma mi nuca besándome de una forma para nada tierna ni suave, una que yo correspondo enredando mis dedos en su nuca, mis ojos se abren y van directo hacia la cara de Carla que le esta haciendo competencia a su top rojo ya que su enojo es palpable.
Sin dejar de verla muerdo el labio de Mase jalándolo un poco —¿celosa? —resopla y se da la vuelta alejándose con sus amigas siguiéndola —la detesto —Mase toma mi barbilla y me hace verlo.
—Me gusta verte así —levanto una ceja interrogante —posesiva —me besa castamente —marcándome como tuyo.
—Es porque lo eres —su sonrisa me altera todo por dentro que vuelvo a besarlo, "es mío". Un carraspeo nos devuelve a la realidad y veo al organizador mirando hacia otro lado.
—Es hora de comenzar —Mase asiente y este se retira.
—Ten cuidado.
—Lo tendré —Mase besa mi frente y se une a los espectadores. Me acomodo nuevamente y termino de abrochar mis guantes de cuero antes de colocarme el casco. Los demás corredores empiezan a hacer rugir sus motores y yo igual, una de las amigas de Carla se coloca en medio y levanta el pañuelo blanco —¡TODOS LISTOS! —la gente hace la cuenta regresiva y cuando llega al uno...apenas baja el brazo todos salimos disparados teniendo un único objetivo.
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MI OBSESIÓN
RomansaLIBRO 1: SAGA REENCUENTROS Y SECRETOS Fui criado para gobernar, mi padre toda la vida me enseñó como tenía pensar y actuar para conseguir lo que deseo. Me guío y dictó cual camino debía seguir para conseguir y recuperar una grandeza pasada que nos f...