CAPITULO 28

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Alexandra

Ya ha pasado una semana desde que supe toda la verdad sobre mí, no salgo de la habitación y para lo único que llego a levantarme de la cama es para ir al baño ya sea a bañarme o ir a hacer mis necesidades. Las comidas siempre me las traen, pero apenas he podido comer un plato completo.

Hay momentos del día en que tomo la foto de mi madre y mi cabeza se llena de preguntas; "¿Cómo era ella como persona?, ¿Cómo es que era tan fuerte?, ¿Cómo se conocieron con mi padre?", aunque no tengo ningún recuerdo de ella, esa foto en donde esta vestida de novia sonriente me hace saber que ella estaba feliz ese día, ese instante. No me he atrevido a bajar y pedir usar la computadora porque no quiero encontrarme con ninguno, quiero seguir encerrada y de cierta forma seguir evadiendo la realidad.

Aunque me parezca físicamente a ella, no tengo esa fuerza que dicen que ella tenía, ni esa capacidad de enfrentarme a esos hombres, apenas y he podido asimilar que el hombre del cual estoy enamorada es hijo de un puto asesino. Y ahí va también otro punto, la maldita boda.

Todo apunta a que es verdad que Mase se va a casar en unos meses, pero una parte de mi me dice que es mentira, que es inventado por Izaac o Dominik para que lo odie y me aleje. Quiero aferrarme a la idea que al menos mis momentos con Mase son reales, que todo lo que me dijo no ocultan nada, que al igual que yo es ajeno a lo que su padre hizo con los míos, que él no sabía nada de esto. Cuando mi cabeza es más un torbellino de pensamientos cierro los ojos hasta que caigo dormida y vuelvo a esa calidez que he sentido desde que supe toda la verdad. La voz que la acompaña me adormece tanto el cuerpo que no deseo jamás despertar y seguir en esa comodidad para siempre.

—Izaac detente —escucho unos ruidos que me sacan de mi sueño y miro hacia la puerta.

—Ya ha estado bastante tiempo encerrada, ya es momento que salga —agarro las sábanas esperando a que abran la puerta, pero no pasa.

—Esta dolida Izaac, entiéndela —reclama Dominik —aparte, ¿Qué piensas decirle? ¿si ya tomo una decisión o que la boda de ese imbécil se adelantó? —mis piernas se mueven rápido y soy yo quien abre la puerta.

—¿Qué acabas de decir? —pregunto mirando a Dominik, este solo maldice por lo bajo y desvía la mirada mientras se pasa las manos por su cabello. Al mirar hacia Izaac este repite las palabras de su hermano.

—La boda de Mase Pierelli acaba de adelantarse, se celebrará dentro de una semana —siento que me falta el aire que tengo que agarrarme del marco para no caerme, "¿no es una mentira?, realmente va a...."

—Quiero ir —declaro y ambos me miran con los ojos abiertos.

—Pero Alexandra —intenta hablar Dominik, pero lo corto.

—Quiero ver con mis propios ojos si lo que me están diciendo es verdad.

—¿Y qué harás cuando lo veas? —pregunta Izaac —¿intentarás detenerlo? —quisiera decirle que sí, que le gritaría para que no se case, pero...

—Si quiero tomar una decisión —llevo la mano a mi pecho —necesito ver que realmente todo lo que viví con él fue una mentira, quiero poder recuperar la confianza de lo que mis ojos ven y dejar de tener que basarme solo en palabras de terceros —Izaac se me queda viendo por segundos y con cada uno siento como toda su presencia intenta que me arrepienta, que me retracte de lo que acabo de decir.

—Si vas, nosotros iremos contigo —quiero refutar, pero el levanta su mano —es la única manera que te deje salir de este recinto Alexandra —frunzo los labios odiando que me condicionen, pero es la única manera de salir y ver si realmente es verdad. Al momento de asentir su expresión cambia un poco y apoya mi frente en su pecho —lo que veras va a ser otro golpe duro, маленькая нимфа —su voz suena mucho más suave que me hace bajar mis defensas —pero no permitas que nadie te vea débil, no le des ese placer a nadie y menos a tus enemigos —toma mi mentón e inclina mi cabeza para que lo vea a los ojos —llora, quiébrate y cuelga los brazos lejos de las miradas de ajenos. Muéstrale siempre al mundo tu coraza y cuida siempre tu lado vulnerable, porque ese lado es el que todos buscaran para dañarte para verte en el piso, no les des el gusto —deja un beso delicado en mi frente que cierro mis puños conteniéndome de abrazarlo a modo de tener un consuelo, alguien en quien apoyarme —descansa, mañana vendré temprano para empezar a prepárate.

MI OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora