Capítulo 20: Confesiones

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Después de los lamentables sucesos en el bar El Séptimo Cielo y mi monumental metedura de pata, Angie se negaba a dirigirme la palabra. Habían pasado cinco largos días en los que se levantaba temprano para irse a trabajar y regresaba muy tarde en la noche del restaurante. Pretendía no toparse conmigo, evitando cualquier tipo de contacto. Pero, ya estaba harto de tanto silencio e indiferencia.

Esa tarde la esperaría despierto para hablar. Lo había decidido mientras mi mente vagaba en una reunión importante en la sucursal. Ida a mi lado, me dio un ligero golpe con su tacón por debajo de la mesa para que yo prestara más atención. Su severa mirada me hizo espabilarme y comenzar a tomar notas en mi agenda.

A pesar de tener mayores preocupaciones que las mías, Claudia se mantenía serena en todo momento. Una fingida calma que enmascaraba su tormento personal. El día anterior había recibido un sospechoso sobre con fotografías de Viktor y mi prima Irina cenando en un restaurante en Moscú, así como recortes de noticias y reportajes sobre su compromiso.

La señorita Gómez se negaba a hablar del tema. En la carta que recibió de Verónica, la malvada madre de Viktor, ésta le confirmaba su parentesco conmigo. Otra raya al tigre, por la que odiarme.

Si Viktor no recuperaba el control de la Junta de Accionistas en las próximas semanas, iba a tener que decidir entre Ida y la empresa de su amado progenitor. Su padre le había dejado como testamento una cuantiosa herencia, pero su divorcio con Verónica le costó la mitad de las acciones de la compañía. Sin ese respaldo, estaba perdido.

En cuanto la reunión terminó, sostuve su brazo antes de que la chica escapara a su oficina. Si bien necesitaba algún consejo para recuperar el favor de Angélica, debía apoyar a mi mejor amigo defendiendo su causa.

-¿Has hablado con Viktor?-Le pregunté, volviendo a tomar asiento. Claudia rodeó los ojos sabiendo que no podría evadir aquella conversación por mucho más tiempo. Habíamos empezado con muy mal pie, lo reconocía. Sin embargo, debíamos mejorar nuestra relación si los dos queríamos apoyar a nuestros amigos respectivamente. A su querida Angélica y a mi hermano Viktor-. Mi tío Yuri intenta arrebatarle el control de la compañía a Viktor, junto a su madre. Desde un principio él y Verónica querían que sus hijos se casaran. No puedes culparlo por querer protegerte.

-No lo hago, Vladimir... Yo en su lugar haría lo mismo-Confesó Claudia, retorciendo nerviosamente sus manos-. Me aterra lo que pueda hacer su madre para separarnos. Tampoco quiero que Viktor renuncie a todo por mí. Es su derecho suceder a su padre en la compañía. Es lo que Nikolai hubiera querido.

-No todo es el dinero, Claudia... ¿Qué es una vida vacía en soledad en comparación al amor verdadero?-Susurré con una benevolente y esperanzadora sonrisa.

-Nunca pensé que a un hombre como tú el amor lo ablandaría tanto...-Se carcajeó, aceptando mi mano en un gesto de apoyo y fuerza.

-Estoy enamorado de Angie, Claudia... Es absolutamente real lo que siento por ella-Le confesé tímidamente. Era evidente mi interés por su amiga desde el primer momento en que nos habíamos conocido-. No sé si ella siente lo mismo por mí. Si está preparada para empezar de nuevo.

-Te he juzgado mal, lo sé... Pero, si realmente quieres tener una oportunidad con Angie... Debes actuar en serio-Fue su consejo, levantándose de su asiento para darme unas palmaditas en el hombro. La miré confundido. «¿Realmente aprobaba una posible relación entre Angie y yo?»-. Plántale cara. No dejes que huya, como usualmente hace. Vas a tener que esforzarte... La cagaste con Vanessa en el bar. Eso la tiene cabreada.

-Cuando te deje y me asegure de que estás segura... Regresaré a su casa y hablaré con ella...-Murmuré, logrando irritar a Claudia nuevamente.

La novia de Viktor por primera vez asintió con la cabeza, aceptando mi ayuda y protección. Verónica conocía su dirección. Estaba enterada de todo lo relacionado a Claudia. El sobre había sido enviado a su hogar directamente como una amenza directa. Por temor, pensaba llevarla a ella y a su madre a una nueva residencia.

Habanera (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora