Era un día soleado en Buenos Aires, y el prestigioso colegio en el que se celebraba la reunión de primer grado estaba lleno de padres y niños ansiosos. La ocasión era importante: era el primer gran evento escolar para los niños que comenzaban su aventura en la primaria.Lali llegó al colegio con Bautista, quien corría emocionado mientras le mostraba a su mamá sus nuevos compañeros y su salón de clases. Lali estaba contenta de ver a Bautista adaptarse bien y de compartir este momento con amigos. Se encontró con Candela, que había llegado con Roma, y con María, que estaba acompañada de Mila. Eugenia también estaba allí con Magnolia, creando una atmósfera familiar y alegre.
Mientras los padres intercambiaban impresiones y los niños se acomodaban en sus respectivos grupos, Lali notó una figura familiar al otro lado del patio. Peter estaba allí con Joaquín, su hijo. Joaquín, un niño tímido, observaba con cautela el bullicio alrededor, mientras Peter lo animaba a explorar y conocer a otros niños.
Lali sintió una mezcla de sorpresa y nervios al ver a Peter. Sin embargo, decidió avanzar con naturalidad y se acercó a donde él estaba.
- Hola, Peter. - saludó Lali con una sonrisa.
Peter levantó la vista y su rostro se iluminó al reconocerla. - Lali, ¿Que haces?
Ambos se abrazaron cortésmente, con una sonrisa que escondía una mezcla de nostalgia y curiosidad.
- ¿Cómo están los chicos? - preguntó Lali, mirando a Joaquín que estaba escondido atrás de su padre.
- Están bien. Joaquín está emocionado por el primer grado. ¿Y Bautista? - respondió Peter.
- Está feliz. Se está adaptando muy bien a la nueva escuela. Me alegra ver que él y Joaquín están en la misma clase.
Mientras conversaban, Candela se acercó con Roma, y María y Eugenia también se unieron al grupo. La reunión de primer grado se estaba llenando de un ambiente cálido y familiar, con los niños mostrando sus uniformes y sus mochilas nuevas.
Candela, al notar la conversación entre Lali y Peter, se acercó con una sonrisa curiosa. - ¡Hola, Peter! No sabía que estarías aquí.
- Hola, Cande. Sí, me dieron beca al final. - respondió Peter, tratando de mantener la conversación ligera.
María y Eugenia saludaron también, y el grupo pronto se sumergió en charlas sobre los niños y sus primeros días en la escuela. Aunque la conversación era principalmente sobre los niños y los preparativos escolares, el reencuentro de Lali y Peter tenía un trasfondo de historias compartidas y recuerdos del pasado.
- ¿Cómo beca? - preguntó Lali, buscando un tema para profundizar.
Peter tomó un sorbo de su bebida antes de responder. - Ha sido complicado. El trabajo ha estado difícil últimamente, así que no ha sido fácil. Pero la beca para el colegio ha sido un alivio.- Alma esta muy contenta con el colegio y sus amigas y no me parecía cambiarla.
Después de que la maestra terminó la presentación y anunció que los padres podían retirarse, la multitud comenzó a dispersarse. Lali, Candela, Eugenia y María se encontraban en el patio, comentando sobre la reunión.
Peter, que estaba terminando de despedirse de Joaquín, se acercó al grupo con una sonrisa. - Bueno, parece que todo ha salido bien. Yo trabajo a la tarde ¿Qué les parece si vamos a tomar un café?
Candela se puso en pie con un suspiro y, aunque parecía entusiasmada, rápidamente explicó: - Me encantaría, pero tengo control por el embarazo.
Eugenia y María se miraron y también expresaron sus disculpas.
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Vínculos Renacidos
FanficLali, una mujer de 30 años, regresa a su ciudad natal en Argentina después de varios años en Madrid. Ahora, como madre soltera de dos hijos, Bautista y Bruno, Lali busca comenzar una nueva etapa en su vida tras una serie de desafíos personales y pro...