Tu último aliento en mis brazos

627 45 414
                                    

Capitulo 41

Caitlyn

Sentía una paz que no había experimentado en mucho tiempo. No sabía si era porque las cosas con Vi volvían a estar bien, o por el hecho de que me había desahogado y dejado salir tanto. Me sentía ligera, me sentía segura.

Había dormido como un bebé esa noche, y al despertar, solo sonreí ante la lluvia de besos cortos que Violet me daba en el rostro, como cada mañana. Esa rutina había vuelto después de días de incertidumbre y distancia.

Ahora, ambas nos preparábamos para una audiencia que tarde o temprano se tenía que enfrentar. Sin embargo, en lugar de darnos prisa, estaba disfrutando de su cercanía un poco más.

—¿Nunca te dije lo bien que luces de vigilante? —le pregunté, rodeando su cuello con mis brazos y perdiéndome en sus labios, sintiendo cómo la calidez de su aliento se mezclaba con el mío.

Sentí sus manos posarse en mi cintura, apretándola ligeramente, como si quisiera mantenerme aún más cerca. Atraje su cuerpo con mis brazos hasta pegarlo completamente al mío, nuestras lenguas luchando por el control en un juego que hacía que mi corazón latiera más rápido. Cuando nos separamos, jadeantes, la intensidad del momento aún vibraba en el aire.

Sonreí antes de que mis manos comenzaran a ajustar su traje de vigilante, sintiendo sus ojos fijos en mí mientras lo hacía. Apreté el uniforme en un puño, volviendo a sentir su aliento cerca.

—Cuidado, Cupcake, no querrás arruinar el uniforme —dijo, retándome con esos ojos llenos de deseo.

Una sonrisa juguetona bailó en mis labios antes de volver a besarla con aún más anhelo, mis manos enredándose en su cabello mientras las suyas recorrían mis costados, encendiendo cada rincón de mi piel.

Casi solté un quejido cuando sentí su boca atacar mi cuello con besos húmedos, pero el sonido del comunicador interrumpió nuestro momento de intimidad, resonando con urgencia en la habitación.

—Hay que destruir esa cosa. ¡Te juro que si vuelve a interrumpirnos, la voy a romper en pedazos! —se quejó Violet, liberándome de sus brazos con una expresión de frustración.

Yo solo pude caminar hacia el objeto riendo suavemente, sintiendo la mezcla de adrenalina y afecto aún corriendo por mis venas. Tomé el comunicador en mis manos y finalmente contesté:

—¿Hola?

"Hola Cait, soy Jayce, la audiencia comienza en 10 minutos. ¿Segura que llegas a tiempo?"

—S-Sí. Ya mismo —respondí con dificultad al sentir cómo Violet me agarraba de la cintura por detrás y volvía a atacar mi cuello con esos besos que sabían exactamente cómo desarmarme.

"¿Ok...? No te tardes, ya sabes cómo es"

—Claro, adiós —contesté con urgencia, dejando el comunicador a un lado para voltearme hacia mi chica

Ella me sonrió atrevida antes de sellar mis labios con los suyos, y en cuanto sentí su lengua deslizarse dentro de mi boca, perdí el control por completo. Un calor intenso inundó mi cuerpo, recorriéndome de pies a cabeza, haciéndome olvidar momentáneamente nuestras obligaciones.

—Debemos irnos... —susurré entre besos, mi voz apenas audible, tratando de aferrarme a un poco de racionalidad.

—Jayce puede joderse, ahora no. Esto se siente bien —respondió Violet contra mis labios, su tono lleno de deseo.

—Lo sé, pero tengo que ir. Te prometo continuarlo en la noche, ¿sí? —sugerí, tratando de alcanzar un compromiso que nos dejara satisfechas a ambas.

Corazones enemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora