MI COMPAÑERO FELINO

CAPITULO XVI

Nos dirigímos a un apartado donde había unas escaleras , era la parte de atrás del estadio donde estaban el ministro y otras personas importantes subiendo a una plataforma. Nos dirigimos a una esquina cerca del bosque mientras draco deslizaba su brazo fuera de mis hombros. Sabía de la relación con su padre así que supuse que no quería malentendidos. Pude distinguir dos figuras. Una era alta y musculosa, con un bastón en la mano y el pelo atado en un elegante moño. Con postura imponente pude reconocer a Lucius Malfoy , a su lado estaba otra figura también alta aunque no tanto como la primera. Con el cabello atado en una media coleta , sus labios pintados finamente con un rojo escarlata y sus ojos enmarcados con una sombra color perla y un sutil delineado. Su postura era imponente aunque cuando nos vio se pudo vislumbrar una sonrisa amable.

Me puse nervioso. Todos los malfoy vestían elegantes y yo estaba vestido sencillamente.

.— Madre, Padre. Les presento a mi mejor amigo , Harry Potter—.

.— Lucius Malfoy , un gusto —. Dijo el rubio,  adelantandose con voz ronca y aristócrata observándome , ofreciendo su mano la cual no tarde en estrecharla .— Draco nos a hablado de ti. ¿Eres un meztizo no? —. Dijo con voz fría haciendo una mueca de asco que no duró mucho al recibir un discreto codazo de su esposa.

.—una disculpa , Lucius tiene algunos ideales equivocados. Mucho gusto Narcissa Malfoy —. Dijo dándome un beso en la mejilla , alejándose para posicionarse al lado de su esposo .— ¿nos acompañaras?—.

.— ah.. bueno en realidad vine con los Weasley —. Dije bajando ligeramente la cabeza avergonzado .— pero gracias —.

.— no te preocupes. Espero nos veamos despues , me gustaria conversar contigo mas prolongadamente. Vamos dragón tenemos que apurarnos. Un gusto Potter —. Dijo la señora Malfoy despidiéndose amablemente mientras que el señor Malfoy simplemente hizo un movimiento de cabeza. Draco se unió a ellos y yo me fui a buscar a los weasley.

Camine hacia la parte delantera del estadio , ahí visualice cabezas pelirrojas y me acerque , comenzamos a entrar formandonos para subir las escaleras. Di un respingo cuando sentí como unas manos agarraban mis caderas y más abajo, voltee y vi la sonrisa una sonrisa que me hizo paralizó del miedo y asco. Mi lado gryffindor impulsivo me obligó a tener que hacer algo y atiné a patearlo en la entrepierna. Corrí para arriba eliminando la distancia que había perdido al quedarme inmóvil con satisfacción vi como Charlie venía detrás de mi cojeando y sonrojado , no sabía si era por el dolor o por la ira pero no me importaba.

Subimos hasta lo más alto y comenzamos a ver el partido. El ministro dio el inicio mientras salia los irlandeses con fuegos artificiales que fueron eliminados por la entrada de los búlgaros. La atención se centro en el buscador de este equipo: Victor Krum. El partido comenzó. Continúe escuchando varios gritos de ron y los gemelos , cada uno , apoyando su respectivo equipo elegido.

Irlanda comenzó comenzó anotar puntos y en el último momento Victor Krum logró atrapar la snitch cosa que solo salvo su dignidad pues Irlanda seguía siendo superior en cuanto a puntos , llevándose así la victoria.

Estaba eufórico y a la vez  relajado el quidditch siempre había sido una pasión para mi desde que lo descubrí una forma de alejarme de mis problemas , jugarlo y verlo.

Bajamos de las gradas , esta vez asegurándome de ir en medio y no al final. Cansados. Nos dirigimos de nuevo a la casa de campaña pasaríamos la noche ahí y mañana nos iríamos.

Con cuidado me aleje y comencé a caminar por el bosque al lugar donde llegamos. Me senté al borde del acantilado a disfrutar de las vistas que este ofrecía , disfrute como nunca ese anochecer con el viento corriendo a mi favor levantando mi pelo , el clima era templado y el cielo ofrecía , iniciando con fuertes anaranjados difuminados con algunas nubes , pasando por un rosa fuerte hasta que se convirtió en morado , y este  a su vez en azul marino. Seguí contemplando pues todavía se veían uno que otro rayo reflejado en las nubes con el viento fresco. Estaba tan tranquilo como nunca lo había estado me negué a pensar en mis problemas,  después me encargaría de ellos pues sabía que no se irían.