MI COMPAÑERO FELINO

CAPITULO XX

Cuando termine de ordenar los ingredientes me quede unos segundos viendo satisfecho los estantes. Recordé que tenia a harry en mi despacho y me apure a regresar, a esta hora ya debía de haber terminado. Todo estaba en un misterioso silencio.

Me adentre y vi a harry reposado sobre el escritorio, dormido. Rápidamente apague la poción y me dispuse a discutir ¿lo debería despertar? Se veía tan tranquilo y pacifico como una obra de arte que comprenetaba con un hermoso paisaje. Como la nieve sobre las hojas de los árboles. Como el mar en un atardecer o las estrellas en un cielo despejado. El parecía un ángel, decidí dejarlo dormir. Lo llevaría a la habitación de invitados, estaba en una posición incomoda si lo dejaba ahí probablemente tuviera dolores de espalda si lo dejaba y yo no podría dormir si sabía que el estaba mal.

Con cuidado le quite las gafas y no me contuve de acariciar su bella y recta nariz. Sentí satisfacción al sentirlo y palparlo. Con cuidado de no despertarlo lo cargue, sin poder evitar un pinchazo de culpabilidad al notar lo ligero que era. Para su edad debería tener más altura y pesar unos cuantos kilos más.

Entre a la habitación y lo recosté. Fui a mi habitación y regresé con un pijama de satin verde musgo y con un pase de varita lo cambie. Lo arrope y me quedé un rato observándolo dormir. Sus pestañas eran largas y caían en cascada sobre sus mejillas donde un destello rosa le daba un toque tierno y saludable a la vez. Su mandíbula se estaba formando y se comenzaba a marcar de los bordes. Sus labios parecían casi igual pero si te fijabas el inferior era un poco más grande que el superior aunque ambos eran igual de carnosos y tentadores.

Después de terminar de apreciar y adorar visualmente su belleza decidió irse a descansar, se baño y se dispuso a dormir enfundado en una pijama negra.

***

¿Estaba en su armario? Se escuchaban demasiadas voces. Me aventuré a salir y prontamente me ví rodeado de muchas personas conocidas. Mis padres, Sirius, Ron y Hermione, los Dursley y Snape..

Pronto los dursley, sirius y mis padres comenzaron a golpearme mientras comenzaba a llorar viendo el odio reflejado en los ojos de mis padres. Comenzaban gritar.

.-Fenómeno, No eres digno de ser nuestro hijo, Estamos decepcionados de ti, Teníamos razón eres un fenómeno, Maldito márica, Estúpido huérfano ¿siempre quieres llamar la atención no? De verdad creíste que cambiaría contigo, eres una basura y jamás estaría con un asqueroso Fenómeno inútil como tu-. Lo último lo escupió severus. Aunque las voces dejaron de distinguirse solo escuchaba los insultos repitiéndose una y otra vez en el fondo de mi mente... en lo más profundo de mi mente.

                             ***

Caí profundamente relajado después de examinar sus recuerdos y practicar oclumancia para regular sus emociones. Cuando estaba en los brazos de morfeo escuché unos gritos que me hicieron sobresaltar y de inmediato corrí a ver de que se trataba. Ví a harry removiendose mientras manoteaba y se rasguañaba.

Rápidamente fui a pararlo y tratar de despertarlo de lo que parecía era solo una horrible pesadilla. Lo tomé por la espalda y lo abracé inmovilizando sus movimientos. Lo abracé fuertemente mientras el seguía murmurando cosas como "perdón" "no, porfavor" "cambiare" "no me dejen" seguido de un llanto desgarrador.

Por fin pude despertarlo, se volteo en mis brazos y me devolvió el abrazo arrancando a llorar desconsoladamente solo me límite a abrazarlo tan fuerte que casi podía sentir sus huesos crujir. No se en que momento comencé a decir palabras de consuelo.