𝟏𝟕

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Experimentamos diversas situaciones a lo largo de la vida, desde que nacemos hasta que morimos. Llegamos a experimentar situaciones, que al inicio, cuando las experimentamos por primera vez no sabemos como reaccionar, incluso aunque tengamos la edad de un anciano podemos seguir sin saber como reaccionar.

Pero creo que ahí es donde esta el punto en todo esto, reaccionar de igual o de diferente manera en cada situacion que vivimos, no importa como reaccionemos al final, pues simplemente hicimos lo que sentimos, simplemente nos dejamos llevar.

Gran parte de nuestras vida nos las pasamos reaccionando de la manera menos inesperada, aunque alguna veces tenemos la vaga idea de como reaccionaríamos pero al final esas ideas se van por el caño, es ahí donde simplemente nos dejamos llevar por las emociones.

Emociones que nos hacen reaccionar como realmente anhelamos en el fondo, pero que no siempre son lo correcto. Hay quiénes logran llevar bien esas clases de situaciones, existen otros que no la llevan tan bien pero tampoco tan mal, y por último las personas que no les importa como reaccionar, simplemente hacen lo que les nace.

Sin embargo, hay quienes opinan que en ciertas situaciones debemos dejar de pensar y comenzar a sentir.

Quizás en tu vida alguna vez lo has hecho, quizás existe alguien que nunca lo hizo, quizás hay alguien que lo hace siempre, quizás ha llegado el momento de que yo lo haga.

Mi vida siempre la he visto con el que diran, o al menos con lo que respecta a mi vida amorosa, la cual no ha sido larga, el temor al que diran es simplemente algo que no me imagino sobrellevar, algo que desde que soy una niña, aquella niña enamorada que comenzó a salir con Georgie y que llego a pensar "que dirán las personas cuando me vean con él si sabían que sentía algo por Jenna" aquel último pensamiento lo pensaba mucho hacia Aliyah y Melissa.

El que dirán cuando se enteren que rompí con Georgie, el que dirán cuando noten que...

—¿Has visto a Jenna? — le pregunto a una Melissa a medio comer, el tiempo en el que tardó en masticar mientras me examinaba como un bicho raro, se me hizo eterno.

—Hablamos de la misma Jenna?— la miro escrutadoramente pero continua— cabello castaño, ojos cafés, pecosa...

—Melissa!— grito ansiosa– Es urgente.

—Pues lamento decepcionarte amiga pero no tengo idea de donde este esa idiota.— resoplo mirando al resto de la cafetería vacía.

Le lanzo otra mirada a Melissa que me mira con intriga antes de dar vuelta y salir de la cafetería, oigo que me llama pero la ignoro.

El tumulto de estudiantes en los pasillos siempre ha sido algo molesto para mi, pero ahora, solo puede pensar en una cosa.

Encontrar a Jenna.

Eso y la conversacion con su hermana.

"¿Estas enamorada de Jenna?— pregunta una vez que ambas estamos sentadas en las sillas de la isla de la cocina, ella enfrente de mi.

—Aliyah.

—Quiero la verdad Emma.

—No lo sé.

—Cómo que no lo sabes? ¿Tampoco sabes que tienes novio?— insinúa molesta.

—No es como parece.

— Sé que no soy tan cercana a ti pero esto tiene que ver con mi hermana..., entonces explícamelo.

Levanté la mirada de la mesa y vi en sus ojos un terrible desconcierto, pero ¿cómo podia explicarle todo lo que había pasado sin que me juzgara? ¿Y si mi subconsciente esperaba una respuesta de su parte que no me daria?
—Es complicado.

𝗚𝗼𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗔𝗺𝗼𝗿 / ᴶᵉᵐᵐᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora