𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄-𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐚𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆

||𝐀Ñ𝐎 𝟖𝟒𝟒||

𝕰ntrar nuevamente a mi habitación y no escuchar los gentiles cantos de la pelirroja haciendo alguna tontería era difícil para mi, no tener nuestra "charla de chicas" me destruirá, hacia que la habitación se sienta vacía y solitaria.

O el no poder oir las discusiones tontas de ella junto al rubio era nostálgico, incluso Levi aunque lo oculte se que estaba riendo.

Los extraño, extraño sus risas, sus discusiones, sus juegos.
Extraño cada pequeño detalle de ellos.
Levi pudo afrontar esto con más facilidad que yo tras tener esa charla con el capitan Erwin, pero a mi se me hacia más difícil vivir con este peso en mi cuerpo.

Es por eso que hace días que no salgo de mi cama, por suerte aun no hemos tenido ninguna expedición en el exterior, porque si fuese así, estoy segura de que habría muerto en menos de 5 minutos por no tener los ánimos suficientes para luchar contra un titan.

Me sentía fría, sentía todo frío, es un frío que no podía quitarme con la calidez de mis mantas tapando mi cuerpo.
Es otro tipo de frialdad, no veía nada a mi alrededor que tenga color, no era tristeza. Era algo mucho más que eso.
Era la sensación de querer llorar todo el tiempo en todo momento, no tener la capacidad de levantarme de la cama ni si quiera para comer.

Algunas lágrimas cayeron por mis mejillas al recordar este sentimiento, el que me acompaña desde la muerte de aquellos dos que fueron mis primeros "amigos".

La puerta fue golpeada dos veces, no respondí, ya sabía que era el, e incluso sin tener una respuesta entro a mi habitación.
No me force a mirarlo, aún estaba recostada, mirando el suelo, a oscuras.

- Buenos días.- oí la voz del azabache, camino unos pasos hacia mi.

No salía de mi habitación ni si quiera para desayunar y alimentarme, no podía, ni quería.
Por lo que era el quien me traía mis cuatro comidas del día, pero raramente esta vez no trajo nada.

- Buenos días.- respondí, alzando mi mirada por primera vez, observe sus ojos, su expresión estaba relajada, quizás sintiendo algo de pena.

- ¿Descansaste bien?- pregunto el, sentándose en una silla frente a la cama.

- No dormí.- respondí, secamente.
Respondía diferente a como solía responder siempre, el noto eso inmediatamente.

Como si me conociese desde que somos niños..

- Esta habitación está hecha un desastre.- declaró al ver sus alrededores, incluso en la oscuridad se lograba visualizar el polvo en el piso, y una que otras prendas de mi uniforme tiradas por ahí.- ¿Podrías salir de la cama al menos por hoy?

Me quede unos segundos en silencio, no sabiendo que responder a su pregunta.- No creo poder hacerlo.- el se quedo unos minutos mirándome en silencio, se levantó de la silla, y se acercó a mi ventana, abriendo las cortinas.

- ¿Qué tal si empiezas por dejar entrar la luz del sol a este cuarto? Siento que no la vez hace días.- algo de razón tiene, no recuerdo cuando fue la última vez que la vi.

Levi se quedo en silencio un momento, dejando que la luz del sol llene la habitación mientras me observaba, yo, por otro lado seguía envuelta en mi tristeza. Luego, con voz suave pero firme, comenzó a hablar.

- Amalia, de que duele, perder a nuestros amigos.. es un dolor que no desaparece.- su voz, normalmente dura, mostraba un atisbo de vulnerabilidad.- Pero ellos no querrían verte así. Furlan siempre decía que eras la luz que nos mantenía unidos, que tu sonrisa era la que nos daba fuerzas. Y se que Isabel, con su energía, jamás permitiría que te hundirias en la oscuridad.