𝒐𝒏𝒄𝒆

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El cielo grisáceo cubría el horizonte mientras las carretas avanzaban a toda velocidad por el camino empedrado. El viento azotaba con fuerza, pero la Legión seguía adelante, impulsada por la urgencia de su misión. Los rostros de los soldados reflejaban la tensión del momento, sabiendo que cada segundo contaba en su intento por rescatar a Eren, Historia, y Amalia.

Levi estaba al frente, con la mirada fija en sus compañeros, mientras les explicaba el plan con precisión milimétrica. Aunque su rostro permanecía imperturbable, por dentro sentía una presión inquebrantable que lo ahogaba. Sabía que no podía permitirse fallar, no esta vez.

- Si Kenny el Destripador aparece, será nuestro mayor obstáculo. Es como si yo estuviese en el bando enemigo. No, con esas armas será aún más peligroso.. - explicó Levi, consciente de lo formidable que era el hombre que lo había criado, y de lo amarga que sería la batalla contra quien lo había convertido en lo que era.

- Entonces no podremos vencerlo... - murmuró Sasha mientras montaba su caballo, la preocupación en su voz era palpable.

-¿No podríamos esperar a que llegue la legión? - preguntó Connie con la esperanza reflejada en su tono.

-Ni hablar - intervino Mikasa, tajante.

-Exacto, si esperamos podrían devorar a Eren... - entendió Connie, sus palabras cargadas de una mezcla de temor y urgencia.

-Pero según lo que dijo el capitán, ellos también tienen debilidades... - reflexionó Armin, siempre perspicaz, buscando una solución en medio de la desesperación.

Hange, sentada frente a Levi en la carreta, lo observó con curiosidad antes de lanzarle una pregunta incisiva.

-¿Cómo es que sabes tan poco de Kenny el Destripador si tú y Amalia vivieron con él?

Levi bajó la mirada por un instante, como si buscar respuestas en su interior.

-Lo siento - dijo con voz baja-. Ni siquiera sabía su apellido. Al parecer, se llama Kenny Ackerman. Podría ser familiar tuyo - dijo, dirigiendo una mirada significativa a Mikasa.

Mikasa, con su habitual inexpresividad, comenzó a hablar, su tono apenas un susurro.

-Mis padres solían decir que en la familia de mi padre, los Ackerman eran perseguidos, aunque nunca supe el motivo...

Levi la observó con atención, percibiendo algo en su voz que no estaba presente en sus palabras. Luego, hizo una pregunta que resonó profundamente en ella.

-¿Alguna vez sentiste que tu poder creció de repente?

Mikasa recordó el día en que conoció a Eren, cuando un poder descomunal despertó en su interior, recorriéndola desde los talones hasta las orejas, dándole la fuerza necesaria para salvarse de aquellos hombres.

-Sí - respondió Mikasa, y aunque su rostro seguía inexpresivo, sus ojos se abrieron ligeramente, mostrando una sorpresa inusitada.

Levi asintió, entendiendo la conexión que compartían. Luego, con la mirada perdida por un segundo en la luna creciente, continuó:

-Kenny Ackerman también lo experimentó. Sin previo aviso, una fuerza descomunal inundaba su cuerpo. Yo... yo también lo viví - admitió Levi, sus ojos reflejando una mezcla de angustia y determinación al recordar aquel día que marcó su destino.

La noche parecía volverse más densa a su alrededor, mientras el peso de sus palabras caía sobre todos ellos, conscientes de la gravedad de lo que enfrentaban.

La noche parecía volverse más densa a su alrededor, mientras el peso de sus palabras caía sobre todos ellos, conscientes de la gravedad de lo que enfrentaban

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𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄-𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐚𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora