Después de una sesión agotadora en el gimnasio, Rai llegó a casa y se metió en la ducha. Era jueves por la noche, hacía solo unas horas que Alondra había estado en la casa, pero ya la echaba de menos. De alguna manera saber que la morena sentía algo por ella hacía que sus sentimientos aumentaran y las ganas de verla eran cada vez más grandes.
Se sentó en la cama con el móvil en las manos y decidió enviarle un mensaje. ¿Cómo está el ama de casa más sexy de la ciudad?
Alondra estaba leyendo un libro en su habitación cuando escuchó vibrar su teléfono. Se fijó primero en que su marido estaba entretenido con su portátil y luego alargó la mano para leerlo. No pudo evitar sonreír, se tumbó de costado dándole la espalda para que no viera su rostro y le respondió. Demasiado ocupada dando órdenes a mis miles de criadas. Escribió bromeando. Y ansiosa por ver a cierta señorita mañana.
Rai leyó algo extrañada. ¿Mañana? Pensaba que nos veríamos el sábado.
Cambio de planes, si mañana puedes quedar te cuento.
Trabajo por la noche, pero si puedes venir a la tarde perfecto. Esperaba que no hubiera pasado nada malo, aunque estaba contenta de que justo al día siguiente fueran a verse.
Después de concretar su quedada, la peliroja encendió la tele y vio un programa aburrido sobre perros hasta que se quedó dormida.
Al día siguiente Alondra aprovechó la mañana para preparar su bolsa de viaje y la de Manuek, serían sólo dos días pero tenía que llevar vestidos elegantes y joyas adecuadas para ese tipo de eventos. La morena se estaba dando cuenta que cada vez le gustaba menos las tareas que antes le parecían toda su vida.
Los viernes Mia tenía clase de francés por las tardes por lo que no tendría ningún problema a la hora de ir a ver a Rai, así que se dirigió con su coche hasta la casa de la peliroja y tocó el timbre. Miró la hora, tendrían un par de horas antes de que la stripper se fuera a trabajar.
-¡Holaaa!- exclamó una sonriente Rai al verla al otro lado. Llevaba puesta una bata semitransparente que dejaba ver su ropa interior.
Alondra sonrió y se acercó a besarla –Buenas tardes- no pudo evitar fijarse en su cuerpo. Lo hacía descaradamente, sabía que a la peliroja le gustaba que la miraran así.
Caminaron hacia el sofá para sentarse –Bueno, ¿Se puede saber a qué se debe el cambio de día?- desde el intercambio de mensajes la peliroja estaba curiosa. Aunque por cómo veía a Alondra no parecía nada grave.
-Es que... tengo que irme con Manuel este fin de semana para hacer promoción política, ya sabes, cosas aburridas- la morena suspiró pensando en tener que soportar un fin de semana entero con su marido.
-Ah...- Rai se puso bastante seria -¿Y no se llevan a la niña?- no le gustaba la idea de que se fuera con él a solas todo un fin de semana. Era consciente de que Alondra vivía con él, pero eso no implicaba que no le dieran celos.
-No, cuando hacemos estos viajes se queda con la niñera, a Manuel no le gusta que esté "molestando"- notó que la otra mujer estaba rara ante la noticia, tomó su mano acariciándola suavemente –Son sólo dos días, no pongas esa cara-
-Lo siento...- suspiró –Tengo un poquito de celos de que él pase dos días seguidos contigo y yo no- sonrió intentado no darle importancia al asunto.
Alondra le devolvió la sonrisa –Pero a él no le hago las cosas que te hago a ti, ni le digo las cosas que te digo a ti- se acercó a ella y besó suavemente su cuello.
-De eso estoy muy segura...- colocó su mano en la cabeza de la morena y cerró los ojos sintiendo sus besos -¿Y si te lo pide se lo harías?-
-Lleva meses sin pedírmelo ¿Por qué iba a hacerlo ahora?- seguía entretenida en su cuello, ahora daba pequeños mordiscos en su clavícula.
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LA STRIPPER/ RAILO
FanfictionAlondra está casada con uno de los hombres más influyentes del país, pero cuando su marido empieza a perder el interés en ella, busca ayuda de alguien con quien nunca imaginó tratar, una stripper. La historia no es mía si no de FinerFeelings, yo sol...