LA STRIPPER/ RAILO

29: Final Parte 1

La pequeña la miraba a los ojos después de hacer esa pregunta dulcemente "¿Si te abrazo de va a doler?". Rai no pudo hacer otra cosa más que sonreír y abrió sus brazos para recibirle.

-Ven aquí- rodeó a Mia con sus brazos.

-No sabes cuánto te quiero-

-Yo también te quiero- dijo en una sonrisa -Mamá-

La pelicastaña no podía estar más feliz. Su hija la había aceptado como su otra madre, sabía que Alondra la amaba. Si tan sólo todo fuera más sencillo...

-Gracias por entenderme, yo sabía que lo harías-

Alondra había estado apoyada en el marco de la puerta oyendo todo. Entró en la habitación con lágrimas en los ojos, tomó la mano de la otra mujer apretándola cariñosamente.

-¿Ahora qué va a pasar?- preguntó Haeun mirándolas a ambas.

-Bueno, ahora tienes que mantener el secreto, hasta que consigamos hacer lo que queremos- dijo la morena acariciando el pelo de su hija.

-Tu padre sabe que soy tu mamá, y no está muy contento con ello... por eso debes mantener el secreto. Intentaremos hacer lo posible para poder estar los tres juntos ¿qué dices?-

Mia asintió.

-¿Estás contenta?- Alondra quería saber cómo le iba a afectar todo esto a la pequeña.

-Sí, siempre he sentido que no encajaba en esa familia porque sentía que tú eras más mi mamá que la que murió y ahora sé porque- sonrió a la morena dándole un beso en la mejilla.

-Para mí es como si te hubiera tenido 9 meses dentro de mí-

Rai miraba la escena maravillada, estaba feliz, pero por otro lado tenía miedo de que Manuel terminara saliéndose con la suya y ambas perdieran a Mia.

-Alondra, hay que empezar con todo cuanto antes, no tenemos tiempo que perder... no tardará mucho en darse cuenta de que estamos juntas-

La morena asintió.

-Está bien, conozco un abogado amigo de mi familia, voy a pedirle consejo y ver qué podemos hacer- miró la hora -Mia, tenemos que irnos-

La se acercó a besar y abrazar una vez más a la pelicastaña

-Adiós Rai-

-Luego nos vemos- le sonrió mientras recibía un beso en los labios de Alondra.

Unas horas después, mientras Mia hacía los deberes en su cuarto, Alondra decidió que tenían que actuar rápido, más ahora que la vida de la pelicastaña corría peligro. No estaba tranquila dejándola sola pero no podía estar en dos lugares al mismo tiempo.

Cogió el teléfono de su amigo abogado y marcó su número. Estuvo casi una hora al teléfono con él, contándole toda su situación, lo que pasaba con Manuel, la adopción de Mia y su relación con Rai. August era un buen hombre y sabía que podía fiarse de él. Le dijo que pasaría el resto del día ideando qué hacer con los datos que tenía y que al día siguiente fuera a su despacho para hablar tranquilamente.

Así fue, Alondra se despertó temprano para llevar a Mia a la escuela y justo después se dirigió a ver al abogado. Una vez dentro August le habló claramente.

-A ver Alondra, no podemos usar nada ilegal, si queremos llevar pruebas al juez tiene que ser algo que puedas conseguir legalmente-

La morena había estado dándole vueltas a la idea pero no se le ocurría nada que valiera mucho la pena.

-Lo único que pensé fue en el sistema de seguridad que tenemos en algunas habitaciones en la casa-

August se acomodó en su asiento.