24: Reencuentro

1K 103 131
                                    

Alondra se quedó en shock mientras miraba a la despampanante mujer castaña que tenía frente a ella. Los años parecía que no habían pasado por ella, es más, estaba más espectacular que nunca.

-Ana...- no era capaz de articular más en ese momento, se había encontrado a su primer y gran amor en el bar de un local de lesbianas. Alguien a quien pensaba que no volvería ver nunca más.

-¿Qué tal estás?- sonrió de oreja a oreja, ella no parecía tan alterada por el encuentro, más bien no parecía tener ningún efecto especial, sólo tenía a una mujer hermosa en frente. Llevaba unos pantalones de cuero y una camisa blanca que resaltaba sus llamativos ojos celestes –Pensaba que estabas casada-

-Sí, lo estoy... pero salí con una amiga- Alondra pensó que seguramente la había visto en la prensa con Manuel -¿Tú cómo estás? Te veo... estupenda- la miró de arriba abajo, contempló esas curvas que antaño solía recorrer con sus labios. El simple hecho de recordarlo le dio un escalofrío.

-Gracias- dijo aceptando el cumplido como alguien que está muy acostumbrado a recibirlos –Yo he venido con un grupo de amigas... lástima que estés acompañada, me gustaría invitarte un trago-

-Bueno, puedes hacerlo, pero ¿Qué te parece mañana más tranquilamente?- no sabía qué pretendía con aquello, pero siempre había imaginado ese momento y a lo largo de los años su amor por ella no había desaparecido. Por un momento Rai desapareció completamente de su mente.

Ana levantó sus cejas -¿Por qué mañana? ¿No puedes decirle a tu amiga que soy alguien importante?- se notaba que era una mujer con autoridad, y que no estaba dispuesta a aceptar un no por respuesta. La inocente chica que Alondra había conocido en la universidad estaba demasiado cambiada.

-Vine con ella... no quiero dejarla plantada, tú viniste con tus amigas también. Mañana tendríamos más tiempo de ponernos al día- Alondra se sentía tonta, inferior, frente a esa mujer perdía cualquier tipo de barrera. Volvía a ser esa jovencita inexperta.

-No sé si mañana voy a poder... y mis amigas comprenderían si ahora quisiera ir a tomar algo con otra persona. Vamos Alondra, ¿No recuerdas nada de lo que tuvimos?- Ana sabía usar sus artes de persuasión muy bien y tenía una actitud muy descarada. Alondra no lo sabía, pero la castaña era conocida por ese motivo en el ambiente lésbico, y por algunas cositas más...

-Claro que me acuerdo- se sentía aturdida con todo aquello –Es sólo que no quiero quedar mal con mi amiga... pero voy a decirle y luego te busco ¿Vale?- sonrió levemente.

-Perfecto, pero no tardes... estaré cerca de la pista, donde están los sillones blancos-

-Está bien, hasta ahora- Alondra salió del baño muy nerviosa, notaba que se comportaba extraño con ella. Buscó a Rai y la apartó del resto para hablar a solas sin saber muy bien qué decirle –Rai... no sabes a quién encontré en el baño- hizo una pausa –A Ana, mi ex, mi primer amor-

La pelicastaña levantó sus cejas –Oh ¿En serio? ¿Y está igual que hace tanto tiempo?- no sabía muy bien qué significaba aquello y preguntó lo primero que le vino a la mente. Le molestaba ver a Alondra tan embobada por alguien más.

-Sí, bueno, algo cambiada porque han pasado bastante años, pero está igual- sonrió –Quiere que tomemos algo, ya sabes... para ponernos al día-

Rai se cruzó de brazos claramente ofendida, no le gustaba nada lo que la morena le estaba diciendo. Era su noche, y se estaba arruinando por la presencia de otra mujer -¿Ahora quiere tomar algo?-

-Le he dicho que estaba con una amiga y que no quería dejarte tirada, pero mañana no puede y no sé si volveré a cruzarla, te lo compenso otro día, el fin de semana que viene podemos volver ¿Vale?-

LA STRIPPER/ RAILODonde viven las historias. Descúbrelo ahora