17. Desilusión

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El día de la consulta médica había llegado y aunque Alondra sabía que la peliroja le había dicho que podía llamarla en cualquier momento, no quiso molestarla, no debía ser egoísta y sabía que estar con ella durante el examen con la ginecóloga le iba a hacer mal, al igual que a ella misma.

Sin embargo, esos dos días sin noticias habían preocupado a Rai, después de saber que la había golpeado esperaba al menos algún mensaje diciéndole que todo iba bien.

Para quedarse tranquila fue ella la que decidió dar el paso. Hola Alondra , ¿todo bien? No me has escrito ni nada en estos días, estoy preocupada.

Justo cuando se estaba preparando para ir al médico recibió el mensaje de la peliroja, quizás era una señal. Sonrió al ver que alguien se preocupaba por ella. No quería molestarte Rai, estoy bien, ahora voy al médico para que me revisen. Manuel no quiere saber nada del asunto.

Dime en qué hospital es y estaré ahí. Respondió la stripper sin pensarlo ni un minuto más.

Alondra no pudo evitar sonreír, una vez más Rai era la única persona que realmente estaba disponible para ella, aparte de Mia. Le escribió diciéndole dónde era y un rato después estaba en la sala de espera mirando a cada rato a la puerta para ver la llegada de la otra mujer.

Y ahí apareció, prácticamente corriendo, pero se relajó al verla todavía sentada –Dime que no he llegado tarde...- dijo respirando profundamente para recuperar el aliento pero con una sonrisa en los labios.

La morena negó con la cabeza sonriendo –Llegas justo a tiempo, gracias por venir, no tenías que hacerlo-

-No puedes estar sola en esto- Rai escuchó a una doctora salir y decir el nombre de Alondra –Bueno, vamos a ver cómo está ese bebé-

Entraron en la consulta, la morena estaba algo nerviosa, esa no era su doctora de siempre, así que no conocía nada de su vida, a no ser que la haya visto alguna vez en televisión o en la prensa. Se sentaron frente a ella y empezó a preguntarle datos, hubo una pregunta que dejó a ambas sorprendidas.

-Entonces son pareja ¿Verdad?- preguntó inocentemente la doctora.

Alondra miró de reojo a Rai y sonrió un poco negando con la cabeza –No, es una buena amiga, mi marido no ha podido venir-

Después de unas cuentas preguntas rutinarias más, la hicieron tumbarse para empezar con la ecografía. La morena no pudo evitar pensar que ese debería ser uno de los días más felices de su vida porque iba a ver por primera vez a su hijo, pero no estaba tan contenta como debería. La doctora encendió el ecógrafo y le puso un gel frío en la tripa, instintivamente Alondra alargó el brazo para tomar la mano de Rai. Ambas miraban atentas la pantalla.

-Mmm, a ver...- la médica miraba con atención, de un lado a otro mientras las otras dos mujeres sólo podían distinguir una marea negra y blanca sin mucho sentido –Disculpen que les de esta noticia, pero no estás embarazada Alondra-

-¿Qué?- la morena la miró sorprendida, de todas las cosas que podía decirle esa era la que menos esperaba, por un momento pasó por su cabeza que esa noticia se debía a que quizás lo había perdido –Pero la prueba dio positivo-

Rai miraba la escena sin entender nada tampoco.

La doctora habló aclarándolo –El problema es que tienes un quiste en el ovario- al ver la reacción de ambas mujeres habló de nuevo intentando tranquilizarlas –No es nada grave, no se preocupen, seguramente sea un quiste funcional, es muy común. Sólo tendríamos que realizar un simple seguimiento de la evolución practicando un ultrasonido dentro de tres meses, el quiste se reabsorberá de forma espontánea durante ese tiempo-

LA STRIPPER/ RAILODonde viven las historias. Descúbrelo ahora