Quién diría que dos camaradas, unidos en medio de la guerra y el anhelo de la victoria, llegarían a encender la llama en sus corazones. Sin embargo, en este mundo, es difícil mantener unidos los lazos del amor. Una oscura y cruel sombra los rodeará...
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"𝑸𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓𝒕𝒆, 𝒑𝒆𝒓𝒐𝒏𝒐𝒔𝒆́𝒄𝒐𝒎𝒐. -𝑲𝒊𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈𝑺𝒕𝒂𝒍𝒌𝒊𝒏𝒈"
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Es un viernes por la mañana, y el cielo se encuentra envuelto en un manto de color gris, opacado por un denso humo que se extiende como una cortina opaca. El viento frío, como un lamento incesante, azota el entorno, y la amenaza invisible de los enemigos persiste, obligándo a mantenernos en alerta constante. No hay lugar para el descanso.
En medio de este caos, nuestro valiente Titán Cameraman se ha arrojado al abismo de la batalla, sacrificando sin reservas sus fuerzas y su tiempo. No ha conocido el sueño en varias noches, sumido en una rutina que se ha prolongado más allá de una semana. La vida de nuestros Titanes parece no haber cambiado, aunque eso es lo que creemos.
Titán Speakerman había logrado, a duras penas, sanar una pequeña fracción de su desgarrado corazón en las últimas dos semanas tras la pérdida amorosa. Sin embargo, la herida seguía abierta y la ausencia de Titán Cameraman se hacía sentir con una intensidad dolorosa. Cada noche, al refugiarse en su cama, abrazaba la almohada con desesperación, imaginando que era su querido camarógrafo quien yacía allí. Lamentaba profundamente la falta de su calor corporal, anhelaba sus besos y la presencia reconfortante de su compañía en la cama, acariciando su tierna cabeza mientras le ofrecía todo su afecto y devoción.
Desde su separación, el contacto había sido nulo. En los escasos encuentros que compartían, ya fuera en los campos de batalla o en las vigilancias, evitaban mirarse más allá de un breve intercambio de miradas. Era como si, a través de esos fugaces encuentros, intentaran expresar un doloroso "Lo siento", antes de volver a sus caminos separados. La distancia y el silencio se habían convertido en el único lenguaje que les quedaba.
¿Qué decir del Titán Computer Man? ¿Acaso cedió finalmente a las órdenes de Tv Man? La verdad es que no. No abandonó el sombrío lugar donde se encontraba; permaneció al lado de Tv Man día y noche, soportando un tormento de dolor y lujuria que le era impuesto sin su consentimiento. Aunque exhausto, se aferró a la presencia de la persona que más amaba. Es un ejemplo palpable de la necedad, un corazón totalmente lastimado, prefiriendo seguir los dictados de un afecto engañoso, herido por las pérdidas y en busca de consuelo para llenar el vacío interno.
