Capitulo 2

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Una chica de pelo corto y negro se me tira encima mientras me estira del pelo.

-Ey, ¡Sueltame!-Digo chillando.

Ella me estira más fuerte del pelo.

Parece que no te ha escuchado.

En un abrir y cerrar de ojos Matteo de un golpe en la cabeza que la deja noqueada.

-De nada.-dice él con superioridad.

-Gracias.-susurro muy muy bajito.

Nos acercamos a ver a la chica lentamente, Matteo parece sorprendido cuando le ve la cara.

-¿La conoces?

-Es una "amiga"-dice aciendo comillas cuando dice amiga.

-¿Como se llama?

Antes de respondereme parece que la chica va recuperando la consciencia.

-Chiara, cuanto tiempo.-Dice él con cierta molestia.

-Ojalá hubiese sido más tiempo, ella quien es ¿Tu nueva puta?

Entonces yo intervengo, la cojo del pelo y la obligó a mirarme.

-No me vuelvas a llamar así, y no soy su nada, si te lo quieres tirar no soy inconveniente Chiara.-Dije el nombre con cierta burla para luego soltarla bruscamente.

Chiara me mira mal pero no dice nada, luego se gira hacia Matteo y con odio.

-Y tu ¿Qué tal, has madurado o aún no?

-Solo fuiste un lío de una noche y te lo dije y tu aceptaste, ahora no me jodas con eso, encima han pasado dos años creo que ya es hora de pasar página.

-¡Yo te quería!-dice Chiara con un poco de dolor en su mirada.

-Yo a ti no.-Dijo sin inmutarse.

Que poco tacto tiene este chico.

Ella, ahora más enfadada, coje un palo y se levanta muy dispuesta hacia Mattheo, él se mueve rápido hacia donde están las armas, coge una pistola y sin mirar atrás le dispara en la cabeza, ella se desploma delante de mí.

La ha matado.

Yo miro con horror la escena, chillo y me apartó lo máximo posible de Chiara. Mattheo se acerca a mi y me pone una mano en la boca

-Callate o atraerás a alguien.-dice serio.

-La has matado-digo en un susurro con terror.

-¿Te creías que esto es un juego? Quieren que nos matemos, era ella o yo, esta clara mi respuesta.-dice mirandome tranquilo.

-Ni siquiera lo has dudado, era tu amiga.-digo aún en shock.

-Svetlana aquí no hay amigos,superalo.-dice cogiendo telas-Pasaremos la noche aquí, dormiremos juntos pero si lo prefieres puedes dormir fuera sola.

Le miro con mala cara.

-Llámame Lana, es más corto.-digo acercandome a la cama improvisada.

Nos tumbamos para dormir, pero no consigo dormirme, en mi cabeza se reproduce el momento del disparo una y otra vez.

A la mañana siguiente me despierto y no veo a Matteo, me incorporo y voy a buscar comida.

Cuando estoy a punto de cruzar la puerta me pasa un cuchillo volador por enfrente de mis narices.

No por favor, que me acabo de despertar.

Miro hacia la dirección de donde venía y veo a Matteo.

La herencia malditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora