Respiro de golpe.
Abro los ojos y veo el estadio oscuro, no hay nadie, toso sangre y veo que todavía me desangro.
Es de noche, miro el reloj de la pared.
03:33 a.m
Me arrastro poco a poco a la enfermería, cojo todo lo que necesita para curarme, me miró el abdomen en el espejo y me lo coso, luego me pongo una venda en el abdomen y me tumbo.
Sin anestesia ni nada, que machota.
Me tumbo intentado recuperar el aire y de repente me acuerdo de todo.
Matteo me beso, y me dijo que me quería. Yo... Me moría.
¿Por qué estoy viva? ¿Donde está Matteo?
Voy a la habitación en la que la que me había duchado y cojo comida del minibar, recompongo fuerza y voy hacía fuera. Una vez fuera me doy cuenta que estoy desarmada.
¿Qué más dará? He "revivido".
Voy hacía la cabaña más cercana y veo a una chica durmiendo, al lado tiene una pistola.
Perfecto.
Me acerco y le muerdo, luego cojo la pistola y me voy.
Me paso toda la noche así, yendo a cabañas y matando gente.
¿Cuanta gente queda?
Miro el marcador
Diecinueve.
Joder, ¿Tanta gente a muerto esta noche?
Me dirijo hacia donde me guía el cuerpo, pero ya no encuentro a nadie.
Solo veo cabañas vacía y cadáveres en estado de putrefacción.
Camino y camino hasta llegar al muro.
-Psh.
Me giro de donde viene y veo a mi hermano. Me acerco a él en silencio.
-Hola Georgi, ¿Qué haces aquí?
-¿Que te dige de separarte de Matteo?-dice enfadado.
-Lo estoy buscando.
-Esta ahí dentro.-dice señalando el muro.
-¿Qué hace ahí?
-Mam... Mi madre lo a capturado.
Yo asiento.
Sasha Petrova, como te encuentre te mato.
-¿Como puedo entrar?
-Y para eso he venido yo, yo te abriré las puertas, pero ahí dentro vas tú sola.-dice mi hermano firme.
-Gracias hermanito. Te debo una.-digo abrazandolo.
-Deja de llamarme así Svet.-dice devolviendome el abrazo.- Que no te maten, eres mi única hermana.
No se si matarme es posible.
-Tranquilo, yo me las apaño.
Fuimos hacia una cabaña y abrimos una trampilla.
-Yo ya he estado aquí.
Él me mira confuso.
-¿A sí?
-Si, pero fue por accidente.
Entramos y llegamos a la sala de luces neón, pero esta vez no había nadie.
Él se dirigió a las pantalla, toco no se que y estas se abrieron formando una puerta que daba a unas escaleras.
-¿Vamos?
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La herencia maldita
عاطفيةSvetlana, mejor conocida como Lana, una chica que cree que tiene una vida normal, pero nada más lejos de la realidad. A ella desde pequeña le dijeron que sus padres eran médicos, pero, gracias a un experimento del gobierno se da cuenta que no. Ahora...