Bill se sintió como si hubiera sido golpeado por la luz del dios del caos. El beso de Stanford era apasionado, intenso y seductor. A pesar de que Bill era un tipo de dios del caos, conocido por su mal comportamiento y su falta de sentimientos, no podía negar la atracción que sentía hacia Stanford.
— ¡Eh! — gritó Bill, mientras se separaba de Stanford. — ¿Qué crees que estás haciendo?
— Estoy mostrándote mi verdadera naturaleza — respondió Stanford, con una sonrisa enigmática. — Y espero que me aceptes tal como soy.
Bill se sintió sorprendido. Nadie había osado besarle de esa manera antes. Nadie había osado desafiarlo de esa manera.
— Eres un tipo peligroso, Stanford — dijo Bill, mientras se acercaba a él. — Pero hay algo en ti que me atrae.
— ¿Qué es? — preguntó Stanford, con una mirada intensa.
— No lo sé — respondió Bill, mientras se acercaba más a Stanford. — Pero creo que es tu pasión, tu dedicación a tu trabajo.
Stanford sonrió y se acercó a Bill.
— Eso es porque soy un artista — dijo. — Y mi arte es mi pasión.
Bill se sintió atraído por la pasión de Stanford. Se sintió atraído por su dedicación a su trabajo.
— Me encanta Ford — dijo Bill, mientras se acercaba a Stanford. — Pero hay algo en ti que me hace sentir de otra manera.
Stanford se sintió sorprendido. Nadie había esperado que Bill dijera algo así.
— ¿Qué es lo que te hace sentir de otra manera? — preguntó.
— Es tu pasión — respondió Bill. — Tu dedicación a tu trabajo.
Stanford sonrió y se acercó a Bill.
— Me alegra que te guste — dijo. — Porque quiero que seas mío.
Bill se sintió sorprendido. Nadie había osado decirle algo así antes. Nadie había osado desafiarlo de esa manera.
— ¿Qué quieres decir? — preguntó.
— Quiero decir que quiero que seas mi pareja — respondió Stanford. — Mi compañero en todo.
Bill se sintió sorprendido. Nadie había esperado que Stanford dijera algo así.
— ¿Y por qué debería aceptar? — preguntó.
— Porque te amo — respondió Stanford. — Y quiero pasar el resto de mi vida contigo.
Bill se sintió sorprendido. Nadie había osado decirle algo así antes. Nadie había osado desafiarlo de esa manera.
— Está bien — dijo Bill, mientras se acercaba a Stanford. — Accepto.
Stanford sonrió y abrazó a Bill.
— Me alegra que hayas aceptado — dijo. — Ahora somos una pareja.
Y con eso, Bill y Stanford se besaron de nuevo, esta vez con más pasión y dedicación que antes.
ESTÁS LEYENDO
Atrapados en el Laberinto de la Pasión
FanfictionEn un universo donde la lucha por el poder es constante, dos hombres se encuentran en lados opuestos de la batalla. Bill, un tirano poderoso, busca conquistar la galaxia, mientras que Ford, un valiente rebelde, lucha por la libertad y la justicia. P...