Capítulo 8

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Alex se sintió atrapado en un juego de poder y manipulación, con Bill y Stanford en el centro.

— No entiendo — dijo Alex. — ¿Qué está pasando?

Bill se acercó a Alex, su voz baja y amenazante.

— Lo que está pasando es que Stanford es mío — dijo. — Y nadie lo puede tener a menos que yo lo permita.

Stanford se acercó a Bill, su expresión seria.

— Bill, no — dijo. — No es así.

Bill se rió, su sonrisa astuta.

— Sí, es así — dijo. — Y si alguien intenta separarnos, lo pagarán.

De repente, la puerta se abrió y un hombre desconocido entró en la habitación.

— ¡Stanford! — gritó el hombre. — ¡Tienes que venir conmigo!

Stanford se acercó al hombre, su expresión confundida.

— ¿Quién eres? — preguntó.

El hombre se presentó como un agente del gobierno.

— Soy aquí para llevarte a un lugar seguro — dijo. — Hay personas que buscan hacerte daño.

Bill se acercó al agente, su voz baja y amenazante.

— No lo llevarás a ninguna parte — dijo. — Stanford es mío.

El agente se acercó a Bill, su expresión seria.

— No sabes de lo que estás hablando — dijo. — Stanford es una persona importante para el gobierno.

Bill se rió, su sonrisa astuta.

— Sí, lo sé — dijo. — Y también sé que no lo dejaré ir.

De repente, Alex se sintió confundido y asustado. No sabía qué creer ni a quién confiar.

— No entiendo — dijo. — ¿Qué está pasando?

El agente se acercó a Alex, su expresión seria.

— Lo siento, Alex — dijo. — Pero tienes que saber la verdad. Stanford no es quien crees que es.

Alex se sintió asustado, no sabiendo qué creer.

— ¿Qué quieres decir? — preguntó.

El agente se acercó a Alex, su voz baja.

— Stanford es un experimento — dijo. — Un experimento del gobierno para crear una máquina de guerra.

Alex se sintió horrorizado, no sabiendo qué creer.

— No es verdad — dijo. — Stanford no es un experimento.

Bill se acercó a Alex, su sonrisa astuta.

— Sí, es verdad — dijo. — Y también sé que no lo dejaré ir.

Y con eso, Alex se sintió atrapado en un juego de poder y manipulación, con Bill y Stanford en el centro.

Atrapados en el Laberinto de la PasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora