MUJER CONTRA MUJER 🧁 | Marta y Fina - Sueños de Libertad #Mafin

#4 El Planet

—Y TÚ debes ser la mujer que se ha estado acostando con MI esposa...

Esas palabras de Jaime y las palabras previas de Marta "Fina, lo siento mucho" eran más que suficientes para saber lo que estaba sucediendo.

— Yo me tengo que ir —dijo Fina cruzando el pasillo y entrando a su apartamento. Marta quiso detenerla pero no hubo caso.

Ella y Jaime seguían discutiendo hasta que vieron que Fina salió nuevamente de su apartamento con una cartera y un abrigo. No quería estar ni cerca de allí.

— Fina, espera. A dónde irás a estas horas? —preguntó Marta con cara de angustia.

— No importa, Marta. Quédate con tu marido. —dijo Fina mientras se le caía una lágrima por la mejilla.

Jaime vió cómo Marta miraba a Fina. Ella nunca le había mirado así. Se sintió algo mal al ver esa escena tan trágica entre su exmujer y su amante.

— Fina, por favor, no es mi marido, estamos separad... —contestó Marta al borde de quebrarse en llanto mientras veía que Fina ya se había ido.

Fina salió corriendo y tomó el ascensor. Necesitaba despejarse y no quería estar en el edificio. Lo más rápido hubiese sido ir a lo de su padre o a la Pastelería pero no quería ver a Marta ni mucho menos a ese hombre.

Emprendió rumbo hacia el Planet, ya que sabía que allí iban a estar sus amigas y podría estar un poco más tranquila. O eso pensaba.

Al entrar se encontró con Maite, quién le abrazó super fuerte y Fina le correspondió. Tenía una angustia gigante combinada con algo de alcohol que lo hacía peor aún.

— Pero mira esa carita tan triste que tienes, cariño. ¿Qué ha pasado? —dijo Maite asustada — Sabes que puedes contarme lo que sea —agregó mientras limpiaba sus lágrimas con su pañuelo de seda.

— Ay Maite, es que yo no sé cómo pudo pasarme esto. ¿Siempre el amor debe ser complicado para mí? ¿Cómo pude ser tan idiota? — contestó Fina sollozando.

— Fina, lo siento amiga mía pero no te estoy entendiendo. ¿Quién te ha hecho tanto daño? ¿La conozco?—preguntó Maite mientras acariciaba suavemente la espalda de Fina intentando calmarla.

— Se llama Marta. No la conocéis. Se mudó hace unos días frente a mi apartamento, siempre tonteamos en el ascensor y me empezó a gustar. Hemos cenado y hoy le he dicho que me gusta, que me vuelve loca y nos hemos besado —contestó Fina intentando resumir— Pero ahora me entero no sólo que tiene un marido sino que se ha estado quedando con una mujer que claramente no soy yo. Es que yo no sé qué es lo que me duele más.

— Vaya que sí es complicado el asunto, mi vida. ¿Qué tienes pensado hacer ahora con ella? ¿Ya han hablado? Debes hablar con ella —contestó Maite mientras abrazaba a Fina, preocupada.

—NO, qué va. Apenas me he enterado me escapé del edificio y vine aquí. No sabía dónde ir. Me angustia tanto Maite, es que soy tan boba. Me he enamorado a primera vista de una mujer casada, rica, pija y estirada. ¿En qué momento creí que ella querría salir con alguien como yo? ¿Quién me manda a engancharme tan rápido? —pronunció Fina.

Luisita y Amelia se acercaron a la mesa y entendieron todo lo que estaba sucediendo. No había ido nada bien la cita de Fina.

— Bueno, parece que no tendremos boda, Amelia. Lo de ser madrinas pal tarro. —dejó caer Luisita mientras le entregaba una copa a Fina.

— Ay Luisita, no digas esas cosas ahora, por favor. Fina nos necesita. —contestó Amelia mientras le daba un abrazo a su amiga y miraba mal a su mujer.