MUJER CONTRA MUJER 🧁 | Marta y Fina - Sueños de Libertad #Mafin

#6 La invitada

Fina abrió los ojos entredormida. Tenía un poco de dolor de cabeza y muchísima sed. Cuando estaba por volver a cerrar los ojos sintió un olor a perfume que le dió escalofríos. ¿Era realmente ella? ¿O estaba soñando?

Al darse la vuelta en la cama pudo observar la espalda de esa hermosa mujer que tanto le gustaba. Encantada de ver ese cuadro de lunares con el que quería despertar todos los días, comenzó a acariciarlos uno por uno con la yema de sus dedos... Aunque solo los distanciaba una tela casi transparente que aún los protegía del contacto.

La noche anterior Marta y Fina cenaron una empanada que la morena había cocinado con mucho entusiasmo y habían bebido al menos 3 botellas de vino.
Apenas al verse se prometieron que sería una noche libre de juegos. Simplemente disfrutarían el placer de conocerse más.

Ambas hablaron sobre cómo fue su infancia y adolescencia, sus amigos, su familia, sus intereses musicales, sus películas favoritas, hobbies en general, pero lo más importante era el postre: cotillear sobre la historia de Isidro y Digna que tanto les interesaba.

Fina dejó a Marta dormir unas horas más y decidió hornear unas magdalenas para desayunar luego. Aprovechó que la Pastelería no abre los domingos y tuvo el tiempo suficiente para llegar antes que Marta despierte.

— Buenos días, doña Marta. Me ha llamado el encargado para que le avise que se ha equivocado de piso y se ha quedado dormida en lo de su vecina.— susurró Fina mientras Marta de a poco abría los ojos.

— Buenos días... Sí, ya veo que me he quedado dormida aquí. Igual mi vecina me ha dicho que ya está acostumbrada a que distintas mujeres pasen por su cama —bromeó Marta.

Fina frunció el ceño y negó con la cabeza.

— Pues le habrá informado mal, porque aquí no se queda a dormir NADIE. De hecho déjeme decirle que ha sido la primera. Felicidades por ello, se ha ganado un muffin 🧁. — contestó Fina mientras extendía una de las magdalenas hacia Marta, para luego alcanzarle el café que le había preparado y llevado a la cama con mucho cariño.

— Muchas gracias, aunque también creo que he sido la primera en pasar por esta cama sin pena ni gloria. —contestó Marta mientras mordía la magdalena— Aunque la que debe estar contenta ha de ser la vecina de al lado, que no habrá escuchado ningún ruido — agregó tomando un sorbo de café.

Fina no entendía si Marta se había levantado de malas o simplemente estaba jugando con ella.

— Bueno, ya veo que nos despertamos bravas. No me gusta lo que estás diciendo. ¿No te ha gustado el desayuno? Te puedo preparar otra cosa, Marta. — preguntó Fina.

Marta suspiró y tomó la mano de Fina para luego besarla.

— Perdóname, Fina. No es contigo el asunto. Hace un rato me he despertado porque ha sonado mi móvil. Era Jaime que me ha pedido que adelantemos nuestra reunión para hoy a la tarde. —contestó— Siento que me vaya a poner algún pero por el divorcio y estoy algo intranquila. —agregó algo agobiada.

Fina se acercó a ella y besó sus labios con gusto a café. Marta le sonrió y tomó su mejilla.

— No me ha gustado el desayuno. Me ha encantado. Gracias por atenderme tan bien... Ya he quedado en deuda contigo — contestó Marta mientras volvía a besarla.

— Hoy por la tarde tengo que ir a visitar a Carmen. Hemos quedado. Te quería invitar pero has quedado con J... Tu ex. —comentó Fina.

Marta frunció el ceño y sabía que tenía que comentarle a Fina algo que no podía arriesgarse a que se supiera.

— Fina. ¿Recuerdas que en el Planet te he dicho que tenía algo más que contarte? — preguntó Marta mientras tomaba fuerte la mano de Fina.

Fina la miró, se rió y contestó inmediatamente.