MUJER CONTRA MUJER 🧁 | Marta y Fina - Sueños de Libertad #Mafin

#12 Soy Pecadora

Marta acababa de rechazar la invitación a cenar que le había propuesto Bette Porter. Se sentía fatal por ello dado que fue gracias a ella que su padre ha entrado en razón respecto de su orientación sexual y su nueva relación con Fina. Le terminó por decir que se comunicaría pronto para organizar un almuerzo. No tan formal como una reunión en despacho y no tan informal como una cena en un restaurante que puede dar a confusión. Bettiana aceptó.

Llegó la hora de ir a casa. Se despidió de su secretaria, subió a su auto y fue rápidamente hacia su apartamento mientras escuchaba la canción "Soy Pecadora" de la cantante uruguaya Ana Prada.

Decidió subir el volumen y cantarla a más no poder. Necesitaba gritar que ya no le importaban los mandatos familiares, no le importaba ir contra quien sea, simplemente quería ser Marta de la Reina. Una mujer libre de ser y hacer lo que se le venga en gana.

Soy pecadora
Los santitos huyen de mi agenda
Soy mala
Madre de todos los pecados
Perra, perra mala

Marta mientras cantaba solo pensaba en el párroco Don Agustín que echó un grito en el cielo cuando su padre le pidió un consejo con respecto a su hija lesbiana. Seguramente le ha dicho más de una vez que era una pecadora. Por suerte hacía rato que no le importaba lo que dijera ese señor que solo predica buenas apariencias.

Las velas dudan
Si a mi altar echarle mano
O con la excusa de un soplidito, dejarme en la oscuridad (bis)

En el camino pensó también que estaría bueno que Amelia cantara esta canción en el Planet, o mejor aún, en la exposición de Bette Porter que sería muy pronto y la temática iría bien con las esculturas que Maite y Camino estaban preparando.

Haber sabido que tu amor
Me dejaba de este lado
Igual me hubiera animado
Porque no doy marcha atrás

El estribillo de la canción solo le recordaba a Fina. Con el diario del lunes todo había salido más que bien respecto a su trabajo, su relación con su padre y su amor con Fina, pero... ¿Se hubiese animado a arriesgar todo por ese amor? No lo tenía claro, creía que sí, pero lo cierto es que hasta no experimentarlo realmente no lo sabría. Por suerte ya no hacía falta. Era la directora de Perfumerías de la Reina y la novia de Fina Valero, le guste a quien le guste, le pese a quien le pese.

Justo una calle antes de llegar al edificio, Marta se distrae brevemente y casi choca contra un auto en el que iba una mujer rubia un poco más grande que ella y su hija. Frenó rápido y sus autos quedaron a un centímetro del contacto. La mujer se bajó enfurecida y se dirigió hacia el auto de Marta. 

— ¿Quién te ha enseñado a conducir, maldita imbécil? — gritó la mujer rubia — ¿¡No ves que voy con una niña!? — agregó gritando.

Marta se quedó paralizada en el momento. No estaba acostumbrada a que le griten así y se puso muy nerviosa. Sin embargo, inmediatamente ve como en realidad era su prioridad pasar primera y no de la otra mujer. Una vez recuperada, se bajó de su auto y contestó a la mujer que a los gritos la estaba insultando.

— Antes que nada es importante que me hable con respeto. Y por otro lado, yo tengo la prioridad de paso. ¿De qué país viene? ¿No hay autos allí? — contestó Marta frunciendo el ceño.

— Te he visto que venías mirando hacia abajo, seguramente a tu móvil. Ten más cuidado la próxima vez, no vayas a matar a alguien. — pronunció enfadada la mujer rubia justo antes de subirse a su auto.

— Y usted aprenda las normas de tránsito de este país, que se nota muy bien que no es de aquí. — gritó Marta y se subió también a su auto para continuar hasta su apartamento.