— Entonces quién lo ha comprado?— Preguntó Marta mirándome a los ojos.
— Eso es lo que me gustaría saber— respondí, devolviendo la mirada.
— La persona que lo compró pidió absoluta discreción. — afirmó Maite con seriedad.
— Estáis de coña, verdad? — pregunté frunciendo el ceño.
— Podemos hablar con respeto, Fina. — contestó Camino— Es muy común en exposiciones como estas que los compradores quieran mantener su anonimato. — agregó.
Luego de continuar discutiendo durante media hora el hecho de que ni Maite ni Camino hayan querido contarnos quién había comprado el dichoso cuadro, nos fuimos de la Galería para poder ir al Planet a continuar la celebración, aunque ya sin tanta energía ni predisposición que antes.
Maite estaba algo enfadada con Marta por cómo la había tratado y Marta estaba enfadada con Maite por lo del cuadro. Camino claramente iba a defender a su mujer y yo no tenía otra opción que defender a la mía, aunque vaya, Doña Marta ¿Tanto le costará a usted pedir disculpas? Bueno, así parece. Aunque lo más probable es que Marta ni siquiera esté pensando en que hizo algo mal, porque cuando de trabajo se trata, es más Marta de la Reina que nunca.
Tomé la mano de Marta y entramos juntas al Planet, en principio emocionadas por la celebración de la exposición de arte que había estado impecable. Sin embargo, noté que Marta estaba distraída y su mirada parecía lejana.
— ¿Estás bien?— le pregunté, acercándome a ella.
—Sí, estoy bien. Solo estoy pensando en ese bendito cuadro. — contestó suspirando.
Aún estaba molesta por no saber quién había comprado "Mi amor rojo" pero nada podíamos hacer.
Luisita y Amelia nos recibieron con una calurosa bienvenida y un abrazo fuerte.
—¡Felicidades, Marta!— exclamó Luisita— La exposición fue un éxito rotundo— agregó emocionada.
—Y ahora, vamos a celebrar como se debe— afirmó Amelia sonriendo.
Marta forzó una sonrisa, pero podía ver la frustración en sus ojos. La noche transcurrió entre risas, música y conversaciones animadas, pero Marta no parecía disfrutar del momento.
De repente, Maite y Camino se acercaron con una gran sonrisa.
—Chicas, tenemos que brindar por la exposición — dijo Maite.
Camino sacó de atrás de su espalda una botella de champagne carísimo y Maite, las copas.
— Es un regalo para que celebremos su amor y la exposición— afirmó Camino.
Marta se encogió de hombros de inmediato.
— No necesitamos brindar. Solo quiero saber quién compró ese cuadro. — pronunció frunciendo el ceño.
Me sentí incómoda por la tensión que Marta estaba creando. Quería que disfrutara de la noche, pero parecía que su mente estaba en otro lugar.
—Marta, por favor—le dije, tomándola de la mano —Deja que sea una noche especial para nosotras. Olvídate del cuadro por un rato.— supliqué.
Marta me miró, y por un momento, pensé que iba a relajarse. Pero luego su mirada se endureció de nuevo.
—No puedo olvidarme—dijo— Necesito saber quién tiene un cuadro de tí desnuda y peor aún, con tu ex.— agregó desanimada.
Me sentí triste por ver a Marta así, pero sabía que no podía hacer mucho para cambiar su estado de ánimo, solo quedaba intentar que bailara conmigo para aunque sea poder sacarle una sonrisa.
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MUJER CONTRA MUJER 🧁 | Marta y Fina - Sueños de Libertad #Mafin
Fiksi PenggemarMarta de la Reina es una exitosa empresaria de Perfumerías de la Reina en la ciudad de Madrid, acaba de mudarse de apartamento luego de su separación secreta con el Dr. Jaime Berenguer. En su nuevo edificio se encuentra en problemas con su vecina de...