MUJER CONTRA MUJER 🧁 | Marta y Fina - Sueños de Libertad #Mafin

#8 Noche de ligues

Ya era sábado en Madrid y mientras que Marta tenía un almuerzo familiar en la casa De La Reina, Fina se dirigió hacia la casa de Carmen dado que habían planeado juntarse a almorzar y beber vino las 3 junto con Claudia. En cuanto la morena puso un pie en la casa de Carmen, los interrogatorios no tuvieron fin. Lo peor de todo era que entre copa y copa, Fina iba soltando pequeños datos que sus amigas iban recolectando para saber qué sucedía con ella.

— Y bueno, tú no tienes algo que contar? Aquí estamos, pa' eso nos hemos reunido... — preguntó Carmen demasiado intrigada.

Fina suspiró brevemente. Marta le había dicho que podía contárselo a Carmen pero que le pidiera que sea discreta con esa información, por lo que realmente no sabía si debía decirle la verdad o continuar un poco más con su mentira.

— Chicas, simplemente estoy conociendo a alguien... No me parece que sea para tanto... — respondió Fina tomando un sorbo más de vino.

—Ya ves Carmen, que Fina ya no nos cuenta na de nah. Aaah pero las chiquillas esas Camino, su esposa Maite, la cantante y la chillona sí que deben saberlo toh... Como son sus amigas las veganas! —afirmó Claudia reprochando.

— Lesbianas, Claudia... No seas bruta —contestó Carmen.

—Es lo mismo, Carmen, que Fina ya no confía en nosotras. —respondió Claudia frunciendo el ceño.

Fina revoleó los ojos y se agarró de la cabeza con ambas manos.

—Vosotras sí que estáis locas, eh? Les contaré... Pero me prometéis que no dirán ni una sola palabra de esto. — contestó Fina totalmente rendida.

— Vale. Prometido... Ya escúpelo. — respondió Carmen mientras Claudia asentía.

— Bueno, digamos que hace unas semanas frente a mi piso se mudó una mujer muy guapa y desde que la he visto por primera vez no me la pude quitar de la mente. Es algo mayor que yo y es una gran empresaria. Le gusta la música, sabe cocinar y me ha estado acompañando al Planet... Por lo que ya conoce a mis amigas...

— Las veganas... — volvió a decir Claudia.

—Bueno, bueno, ya... Quién es esa mujer, Fina? Cómo fue que se liaron? Dilo sin tantas vueltas, joder... — preguntó Carmen ansiosa.

Fina suspiró nuevamente y continuó su relato.

—Bueno. Lo que ha pasado es que ella supo que yo era pastelera y que tengo la pastelería bajo el edificio... Al principio ha ido a verme pero yo no estaba de turno... Pero nos cruzábamos en el ascensor...

—Y cómo se ha enterado? Si ni te ha visto allí no tenía cómo saberlo, no? — preguntó Carmen interrumpiendo.

—Ay, Carmen. No seas burra. Si Fina es muy reconocida en el barrio por su Pastelería. Yo misma os digo a los clientes lo buena pastelera que es. El otro día justamente ha venido una nueva clienta, Doña Marta, a comprar croissants y galletas... Era una mujer muy muy guapa y elegante... Y así miles de clientas nuevas todos los días —contestó Claudia con pura inocencia.

Carmen se sorprendió al oír el nombre de su jefa y recordó que el día en el que Doña Marta le había obsequiado los dulces de Fina.
Fina, por su lado, ya veía a Carmen atando cabos más rápido que nunca.

—Pero claro... Si Doña Marta de la Reina es mi jefa y me ha traído esos dulces a la tienda porque había comprado unos de más... Lo que me ha sorprendido es que haya ido tan lejos a comprar, no? —se preguntó Carmen.

—Ahhh pero si Doña Marta debe vivir muy cerca, el jueves se ha olvidado la billetera en su apartamento y a los dos minutos ya estaba de vuelta para pagar... —respondió Claudia.