8. Sesión de fotos

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Tras una llamada telefónica, escuché a mi hermana subir a toda prisa por las escaleras, directa a mi cuarto. Yo me quería morir en ese momento; tenía el peor dolor de cabeza que había sentido en mis 19 años de vida. Prometí al cielo que no volvería a tomar alcohol, ni aunque mi vida dependiera de ello.

Es que, nada más recordar lo que pasó anoche, me muero de la vergüenza. Cómo besé a la jirafa esa como si fuera un acosador desesperado. Lo pienso y me entran ganas de tirarme a las vías del tren para acabar con el sufrimiento.

Esta vez sí era definitivo: no volvía a pisar ese karaoke del demonio; siempre me ocurrían catástrofes difíciles de olvidar. ¿Qué pensará de mí, por Dios santo? ¿Qué más te da lo que piense de ti, Martin? Por favor. Si encima le habrás arreglado la noche al amargado ese, que a saber desde cuándo no recibía un buen beso, porque sí que fue bueno. Madre mía, qué labios tiene el condenado... ¡Para, Martin! Escúchate: lo odias y él a ti también. Céntrate, que esa cara bonita no te embauque tan rápido. Recuerda que es un amargado, prepotente e irrespetuoso.

Mi hermana entró por la puerta demasiado eufórica para las pocas ganas que tenía yo de vivir en ese momento y me dijo...

- ¡Vístete rápido, vamos a salir!

- ¿Qué? -dije medio dormido.

- Que te vistas, que vamos a salir. Te doy 30 minutos.

- Para, para, para. ¿Cómo que 30 minutos? ¡Estás loca! ¿A dónde vamos y por qué? Tenía pensado dormir todo el día, incluso todo el mes si me apuras, para borrar el bochorno de ayer.

- Me vas a acompañar quieras o no, después del espectáculo de anoche me debes una.

Es verdad que le debía una y una bien gorda, porque la pobre, aparte de traerme como pudo a casa, se pasó toda la noche limpiando el maldito baño. Solo pensar en el olor que desprendía ese baño me dan ganas de volver a vomitar.

- ¿Pero cuál es la urgencia? ¿Se ha muerto alguien o algo parecido?

- De hecho, sí, tú, si no te levantas de esa cama y te pegas un baño, que sigues oliendo a vómito.

- ¿Pero me vas a decir al menos a dónde vamos o qué?

- Vamos a una sesión de fotos, contento. -dijo un poco enfadada.

- ¿Desde cuándo eres modelo y por qué no me lo has contado?

- Es un favor a una amiga, por favor hazlo por mí. No quiero ir sola.

- Ok, pero conste que es porque te debo una, ¡pero así quedamos en paz, eh!

Lana asintió, lanzándome una almohada en la cara y empujándome hacia la ducha.

......

Llegamos a una casa muy bonita, con piscina y toda la cosa. No sabía yo que mi hermana tenía amigas de alta alcurnia; de hecho, no conocía más amigos aparte de Kiki y Jurado, la verdad. Kiki si que era de unos estándares de vida más altos que los nuestros y su casa era igual o más espectacular que esta, pero igualmente, estaba alucinado con la casa; tenía hasta una fuente en la entrada, como en las películas. La verdad es que era todo muy lujoso; un jarrón de esos valía más que mi cuarto al completo.

De repente, vi aparecer a la amiga misteriosa; era nada más y nada menos que Carla, la hermana de la jirafa malhumorada. No podía creer que me hubiera traído a este sitio solo para ligarse a Carla. ¿Qué hago yo aquí? De Lumière... No lo entendía. Espero, por mi salud mental, que este muchacho no estuviera cerca de estas paredes, porque ahí sí que me tiro a la piscina y que Dios me lleve con él. No podría mirarle a la cara después de lo que pasó anoche; es que se me caería la cara de vergüenza.

Mi primer Amor 💘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora