Habían pasado cuatro años desde que adoptamos a Eider; hoy nuestra pequeña monstruo cumplía 6 años.
Estaba tan nervioso porque todo saliera bien; era el primer año que celebrábamos su cumpleaños rodeados de tantos niños, ya que siempre lo habíamos celebrado de forma íntima: Juanjo, ella, Pedro y yo. Pero se nos está haciendo mayor y ahora quiere compartir con sus nuevos amigos del cole. Juanjo y yo la amábamos como nunca habíamos amado a nadie; era nuestra devoción. Y no creáis que somos unos padres complacientes todo el tiempo: tiene sus normas, como debe ser, aunque a veces Juanjo se las salta. Ha aprendido el don de manipular con los ojos, igual que él lo hace conmigo, y no podía resistirse; estaba probando su propia medicina.
Era tan guapa. Tenía el pelo negro, unos ojos enormes llenos de luz y una sonrisa única; era un amor de niña. La verdad es que teníamos mucha suerte de tenerla, aunque a veces era un poco hiperactiva, como su querido padre, Juanjo. Yo, por otro lado, soy quien aporta la tranquilidad en nuestra casa; de lo contrario, nos habríamos vuelto locos hace mucho. Se parecía tanto a él que nos sorprendía, ya que la habíamos adoptado y era imposible, porque si no pensaríamos que podría ser su hija biológica.
Estábamos muy estresados con los preparativos del cumpleaños, porque al día siguiente Juanjo terminaba su gira de este año. Siempre la finalizaba en la misma ciudad, algo que él mismo se encargaba de organizar. No solo porque hace ocho años nos reconciliamos en su último concierto de gira en Gran Canaria, sino también porque así nos quedábamos en nuestra casa de allí para pasar las vacaciones antes de comenzar de nuevo con nuevos proyectos.
En su última gira, Juanjo había optado por volver a sus orígenes, a su tierra. Desde que regresó a Zaragoza para estar con su abuelo y abrir su mente, había querido incorporar el folclore en sus canciones, recuperar su tierra a través de sus letras. Después de 8 años de carrera, lo había logrado: era todo un éxito. Donde fuera, llenaba escenarios. Se había convertido en uno de los referentes más importantes de España y en una figura internacional. Antes de empezar la gira por España, estuvo en Latinoamérica presentando su disco, y allí le amaban, le amaban de verdad. No podía estar más orgulloso de él.
Le eché muchísimo de menos durante esos tres meses de gira. Nos encargábamos de hacer videollamadas constantemente, Eider se ponía muy contenta cada vez que veía su cara en la pantalla de mi móvil, le adoraba tanto o más que yo... Era un placer verle brillar en ese escenario, y gracias a las fans, que siempre están en todo, podíamos verlo actuar en esos maravillosos directos. No había nada que me emocionara más que ver a Eider mirando a su padre en la tele, con los ojos iluminados, diciendo: '¡Es papá, papá en la tele!'. Era una cosa monísima.
Esos momentos me llenaban de felicidad, pero también me hacían darme cuenta de lo rápido que estaba creciendo Eider. Cada vez era más consciente de todo lo que ocurría a su alrededor y su vínculo con Juanjo se hacía más fuerte cada día. Me hacía pensar en lo afortunados que éramos de tener una familia tan unida, a pesar de las ausencias temporales por nuestro trabajo. No era fácil, pero de alguna manera, siempre encontrábamos la forma de estar cerca, incluso en la distancia.
Por mi parte, me iba increíble. Me había convertido en uno de los actores mejor valorados por el público de mi generación. Amaba mi profesión, y el hecho de que algo que disfrutara tanto lograra traspasar al resto de las personas me emocionaba mucho. A lo largo de los años, había participado en múltiples películas y series, lo que me permitió crear mi propia compañía de teatro musical, donde presentaba mis propias creaciones, además de algunas obras míticas. También colaboraba con personas que confiaban en mí y en mi equipo para recrearlas.
Compramos un teatro que estaba a punto de cerrar porque el dueño no podía mantener los gastos. Lo reformamos, y allí exponíamos nuestras obras. Poco a poco, la gente se fue animando y ahora, cada vez que hacemos función, se llena hasta los topes. Es muy reconfortante que al público le encante nuestro trabajo.
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Mi primer Amor 💘
FanfictionCuando eran niños, Juanjo y Martin se conocieron en Gran Canaria. Tras darse un primer beso que les cambió la vida, vivieron un verano lleno de aventuras, compartiendo secretos y forjando una amistad especial. Al final de las vacaciones, sus vidas t...