Después de la mejor cita de mi vida, mi labios de pez me trajo de vuelta a casa. Estaba en una nube, como un sueño hecho realidad.
Cuando llegamos a mi puerta, nos quedamos en silencio por un momento, ambos sonriendo como si compartiéramos un secreto. No quería que la noche terminara, pero sabía que debíamos despedirnos.
-Gracias por esta noche, roba besos - me dijo, con sus ojos brillando cual estrellas.
Sonreí, acercándome un poco más.
- Gracias a ti tonto - dije sacándole la lengua. - Hacía mucho tiempo que no me sentía así con alguien. - dije, sintiendo el calor en mis mejillas.
Hubo una pausa, y antes de que pudiera decir algo más, él se inclinó y me dio un suave beso en los labios. Fue breve, pero lleno de una dulzura que me hizo estremecer. Al separarse, susurró:
- Nos vemos pronto, mi roba besos favoritos.
Asentí, todavía sintiendo el cosquilleo de sus labios en los míos. Lo vi alejarse, mi corazón latía con fuerza mientras se dirigía a su coche. Me lanzó un beso desde la distancia, era tan cursi mi pequeña Jirafa, que me daba ternura.
Entré a casa con una sonrisa bobalicona en el rostro. Al ver a mi hermana en la cocina preparándose un té, la abracé con tanta fuerza como si el mundo estuviera a punto de terminar y fuera la última vez que pudiera hacerlo. Entonces le dije:
- Sé que lo que estoy haciendo está mal, pero creo que me estoy enamorando de él y ya no hay vuelta atrás.
Mi hermana me devolvió el abrazo y me acarició el cabello con ternura. Se apartó un poco para mirarme a los ojos y me dijo:
- Sabes que siempre estaré aquí para ti, ¿verdad? -dijo suavemente.
Asentí, con lágrimas brotando de mis ojos.
- No quiero que te lastimes -continuó, con una voz suave pero firme-. Pero si de verdad sientes que esto es real, sigue a tu corazón. Sé que está mal ocultarle este secreto, pero si no estás listo para contárselo, ya encontrarás el momento adecuado para hacerlo.
Suspiré, intentando mantener la calma. Sabía que tenía razón, pero el miedo a lo que podría pasar seguía siendo enorme.
Asentí, agradecido por su apoyo. Me sentí un poco más tranquilo, aunque las dudas seguían ahí. Pero una cosa era segura: no estaba solo en esto. Con un último abrazo, nos despedimos, y mientras subía a mi habitación, no pude evitar sentir que, pasara lo que pasara en el futuro, siempre la tendría a ella.
......
Sonó la decimocuarta alarma del móvil y, como un guepardo cazando su presa, mi hermana salió de su cuarto y vino al mío para lanzarme una zapatilla y despertarme.
- ¿Estás sordo o qué te pasa? Apaga esa alarma del demonio y prepárate, o irás a la universidad caminando. Primer aviso.
La verdad es que tenía muy mal humor por las mañanas.
- Vale, vale, cuánta agresividad de buena mañana. - dije medio dormido, frotándome los ojos.
Mi hermana me miró con una mezcla de impaciencia y diversión, claramente acostumbrada a mis múltiples alarmas.
- ¡No me hagas repetirlo! - exclamó, alzando una ceja. - Tienes exactamente diez minutos para estar listo y en la cocina. Si no, tendrás que ir a la universidad caminando, en burra o como puedas. Y no, no estoy bromeando.
Con un último vistazo de advertencia, salió de mi habitación.
Di un brinco en la cama, estirando los brazos y apagando la alarma que parecía tener vida propia. Miré el reloj y me di cuenta de que había pasado un buen rato desde la última vez que sonó. Me levanté rápidamente, todavía medio dormido, me duché a toda velocidad, me vestí lo más cómodo que pude y me puse la cadena que siempre me acompaña. Bajé por las escaleras en un suspiro.
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Mi primer Amor 💘
FanfictionCuando eran niños, Juanjo y Martin se conocieron en Gran Canaria. Tras darse un primer beso que les cambió la vida, vivieron un verano lleno de aventuras, compartiendo secretos y forjando una amistad especial. Al final de las vacaciones, sus vidas t...