Capítulo 2

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Chiara dejó de sonreír sólo cuando entró a la habitación de los pacientes donde debía comenzar sus rondas junto a los otros 2 cardiólogos que casi le doblaban la edad.

- Dra. Oliver, ¿Nos presenta al paciente? – Sentenció el hombre rubio.

- Buenos días Dr. Jones... Paciente de sexo masculino y 60 años, lo ingresaron anoche...

Así pasó la mañana, Chiara tenía una gran cantidad de pacientes a su cargo compartido con los otros dos doctores, los cuales si bien eran rigurosos con ella, sabía que lo hacían para su educación continua y el bien de los pacientes.

- Hola guapa! – Una voz la sacó del papeleo enorme que tenía en su escritorio.

- Hola Ruslana, buenos días, qué tal todo por dermatología, por cierto, que raro verte por aquí.

- Sí bueno, he venido a visitar a un paciente que han ingresado, nada de dermatología, pero bueno, le hará bien una visita conocida. – Sonrió levemente la chica.

Chiara estiró levemente sus brazos y soltó un leve suspiro de cansancio.

- ¿Turno de noche? – Interrogó Ruslana.

- Sí, y la verdad ha estado bastante movidito, sólo quiero llegar a mi piso para ducharme, ponerme el pijama y dormir.

- Y no estaría mal un poco de sexo.

La morena entreabrió los ojos de forma divertida, y se mordió el labio al recordar la sexy sonrisa de Violeta, para luego volver a sentir el rubor en sus mejillas, no era posible, acababa de conocer a la chica y ya podía asociarla a la palabra sexo.

- ¿Ya has conocido a los nuevos cirujanos? Me han dicho que es un guapo cirujano plástico y una guapa cardiovascular. – Levantó una ceja entretenida.

- Pues me he encontrado con ella en el ascensor. – Afirmó con un pequeño guiño en su ojo izquierdo.

Ruslana intentó aguantar una carcajada, y luego negó con la cabeza a su amiga.

- No tienes remedio Chiara Oliver, espero que su amigo también sea guapo ¿Irás al a cena del viernes?

- Sí, tengo que buscar algún vestido, Martin no podrá ir. ¿Irán Denna y Bea?

- ¡Nosotras ya tenemos nuestros vestidos!

Chiara sólo miró con falso odio a su amiga, la verdad era que desde que había dejado la casa de su familia para intentar llevar sus cosas de forma independiente y hacer más turnos como residente le estaba pasando factura, pero decidió que con 25 años era imposible quedarse en casa, aunque cada noche extrañaba especialmente a su hermana Jasmine de 15 años.

- Nos veremos el viernes, cuídate, y espero que logres tu cometido. – Sonrió Ruslana ya alejándose por el pabellón.

...

- Juanjo, debemos llamar a nuestro contador para cerrar el contrato del piso.

- ¿Te ha gustado el piso? – Hizo una mueca el cirujano plástico.

- La verdad, creo que tiene una buena ubicación y vista.

Juanjo le sonrió a su prima mientras escribía con su mano izquierda en el cronograma de las cirugías del día siguiente.

- Tienes un bypass mañana a las 8.00, sin embargo, aún debes realizar el pre operatorio, he preguntado y me han dicho que debes llamar directamente al servicio de medicina.

Violeta afirmó levemente con la cabeza y se dirigió al escritorio donde comenzó a ordenar el papeleo.

Habló con una enfermera para realizar la interconsulta y luego comenzó a organizar su día.

...

- Dra. Oliver, tiene una interconsulta desde cirugía, en lo posible que sea pronto. – La enfermera le dejó el documento y se fue.

...

- ¿Has llamado a tu padre? – Habló Juanjo sin apartar sus ojos del ordenador.

- Ya sabe que he vuelto a Madrid Juanjo, es lo importante.

Violeta se removió en su asiento, si bien Juanjo era su primo, no le gustaba hablar sobre su familia, es algo por lo que ella había pasado en los últimos 4 años viviendo en Londres para estudiar medicina lejos de sus padres.

- Hola, buenas, me han llamado para una interconsulta.

La chica de ojos avellana dejó todos sus pensamientos para prestar atención a la chica que había conocido en el ascensor. Sonrió levemente.

- Dra. Oliver, que bien que nos visite tan temprano.

Juanjo observó divertido la escena, se acercó un poco y extendió una mano.

- Dr. Juanjo Bona, cirugía plástica. – Sonrió.

- Chiara Oliver, cardióloga.

Violeta sonrió levemente, intentando descifrar si su primo se habría sentido igual de atraído frente al rostro y sonrisa de Chiara.

- Vamos a ver, Dra Oliver, necesito que me den el pase del pre operatorio para preparar al paciente para la operación a primera hora mañana.

La morena tomo un bolígrafo y lo dejó levemente apoyado en una de las comisuras de sus labios mientras revisaba todo el papeleo que tenía en el folio.

- Le haré el examen físico y ya hablamos. – Se alejó hacia la sala donde se encontraba el paciente.

- Te acompaño.

Luego de estar casi 15 minutos ahí, Chiara mencionó que sólo faltaban las pruebas de coagulación y ella firmaría la evaluación para dejar todo listo.

- Mi turno hoy terminar antes, tengo que arreglar los papeles de mi piso y tal. – Frunció el ceño Violeta.

- Oh... No te preocupes, llamaré a laboratorio para que me tengan los resultados pronto y así los firmaré antes de irme.

Violeta observó cómo la chica se arregló un mechón de cabello atrás de la oreja, para luego tomar el folio y sujetarlo contra su pecho con los brazos entrecruzados.

- Gracias, espero verte pronto otra vez por aquí.

La morena sonrió y sólo salió de la habitación.

...

- ¿Los has conocidos? ¿Y qué tal? Me he pasado la mañana en pabellón y no he logrado encontrarme con ellos. – Sonrió con pesar Martin.

- Juanjo Bona cirujano plástico y Violeta Hódar cardiovascular... Y sí, son tan guapos que te cagarás encima cuando los veas. – Sentenció Chiara.

Martin sólo rodó los ojos mientras terminaba de beber el zumo de naranja.

- Sólo espero que el viernes te comportes... - El chico empujó levemente a su amiga.

- Oh cállate, sabes que liarse entre colegas no es lo más sano.

El chico quiso responder pero el móvil de Chiara sonó.

- ¿Si?

- Dra. Oliver la llamamos desde laboratorio, hemos tenido un problema con la muestra del paciente que nos ha solicitado, no creemos poder tenerlos resultados para hoy.

- ¿Qué? – Respondió enojada. - ¿Cómo es posible? El paciente está en tabla para ser operado mañana mismo! Necesito ésos resultados, no es mi culpa que vosotros seáis así de irresponsables.

- Lo sentimos, pero por la hora ya es imposible tomar otra muestra...

- Mierda, mierda... - Cortó la llamada.- Gilipollas.

Puso su cabeza entre sus manos, qué iba hacer, no había sido ni su culpa y ya tenía un gran problema que resolver lo antes posible.

Latidos (KIVI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora