Latidos (KIVI)

Capítulo 9

Se sentía frustrada por no saber qué llevar esa noche, y no podía creerlo, en general no tenía problemas en elegir un pantalón de mezclillas y alguna camisa o sudadera y un abrigo de invierno, si se trataba de una situación informal, pero aquella noche volvería a ver a Chiara luego de casi una semana, bueno, volver a hablar con ella en verdad.

- Date prisa. – Entró el castaño a su habitación. - Sólo lleva ése jersey plomo y los pantalones negros gastados, andará bien con tu abrigo negro.

Sonrió, su primo lo había visto más simple que ella. Se colocó aquello más unas botas militares negras.

...

Martin se sentía nervioso al ver la hora, los cirujanos iban tarde, y él estaba ansioso de volver a estar un rato con Juanjo, le gustaba, se gustaban, pero llevaban las cosas con calma, sin embargo, Martin se sentía incómodo al no conocer en profundidad a Juanjo.

La morena ya había pedido una copa de vino blanco, mientras revisaba su Twitter.

- Ése pintalabios te queda muy sexy. – La sacó de su concentración su amigo.

- Gracias, y a ti ése corte de pelo también. – Dijo con sinceridad.

El chico pálido logró visualizar entrar al pub a Juanjo y Violeta, ambos con un andar tranquilo, sin embargo notó como en el rostro de ambos había un pequeño sonrojo debido al frío nocturno de Madrid.

- ¡Ey! Hola. – Dijo sonriendo el castaño.

- ¡Hola! – Respondieron Chiara y Martin al mismo tiempo.

Violeta saludó con dos besos al chico y luego a Chiara, la cual se removió en su asiento por sentir el frío en las mejillas de la cirujana y por la cercanía de sus caras.

- ¿Ya habéis empezado? – Preguntó Violeta.

- Sólo Chiara, ha pedido vino blanco.

Pasaron algunos minutos hablando de cosas triviales hasta que Martin mencionó que debía ir al baño a lo cual Juanjo también se sumó.

Ambas se quedaron en silencio, Chiara se vio tentada a sacar su móvil, pero recordó que a Violeta le molestaba eso.

- No hemos hablado mucho últimamente. – Objetivó la cirujana.

- Lo sé, me pasé el otro día, sé que sólo querías ayudar, pero ya te digo, no necesito que nadie cubra mis responsabilidades.

La cirujana se acercó y le dejó un suave beso en los labios, lo cual la morena no detuvo.

- Tengo miedo. – Admitió Chiara.

- ¿De qué? – Preguntó Violeta mirando a sus ojos.

- Hace mucho que no me gustaba alguien así, además...

- ¿Además? – Interrumpió Violeta.

- Quiero que me hagas el amor todas las noches...

Chiara se mordió los labios y quiso ocultar su rostro entre sus manos, aquella había sido una pequeña confesión de amor, y conocía a la cirujana de hace casi dos semanas, era una locura.

- No quiero dañarte. – Dijo Violeta mirando el vaso donde estaba su whisky.- Nunca he tenido una relación así, nunca he convivido con otra chica, ni me he definido ser fiel a ninguna.

La morena notó como Violeta movía su vaso logrando que los hielos chocaran entre ellos y se mezclara con el alcohol.

- Si aún quieres que nos conozcamos más, va a ser lo único que puedo ofrecerte. – Dijo mirando sus ojos.