Capítulo 27

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El golpe de alguien llamando a la puerta de la oficina de cardiovascular le hizo dejar el folio a un lado aquella mañana de Lunes.

- Adelante. – Dijo Violeta.

Vió entrar a Martin con dos vasos de café, y una pinta de no haber pegado ojo en toda la noche.

- ¿Post guardia? – Dijo levemente riendo la cirujana.

- Eh, encima de que te he traído café. – Dijo fingiendo enfado el pelinegro.

Ayudó al chico para luego sentarse junto a él frente al escritorio. Cómo habían cambiado las cosas, ya casi no podía recordar a Martin gritándole en el servicio de urgencia y ella rompiéndole la boca para hacerlo callar.

- ¿Qué tal todo? – Dijo curiosa la pelirroja.

- Bien... Bueno, llevo unos días pensando en algo, sé que quizás tú también lo has pensado, pero... - Dudó en seguir.

- ¿Mm?

- ¿No crees que Chiara debería hacerse un estudio? Ya sabes, la cardiomiopatía, su padre, su hermana... - Dijo finalmente Martin.

Violeta apretó su mandíbula, era verdad, llevaba algunos días dándole vueltas, pero no quería saturar a su novia con todo, Chiara había sido cabezona, seguía trabajando todas sus horas, y además se preocupada de luego ir a ver a Jasmine hasta tarde en la noche y luego ir a dormir.

- Lo sé, es sólo que, bueno, ha estado tan preocupada por Jasmine y ya sabes, nosotras... No ha sido muy fácil para ella...

- Y será más difícil si es que algo llega a pasar con ella. – Espetó con miedo el pelinegro.

La cirujana afirmó en silencio, y un sabor amargo se instaló en su boca, no sabía cómo hablarlo con su novia, pero debía hacerlo, y pronto.

- Se lo diré hoy Martin, te lo prometo. – Objetó Violeta.

- Pero el estudio no lo harás tú. – Dijo casi afirmando el pelinegro.

- No, claro que no. – Dijo Violeta levantándose del asiento.

- ¿Quieres que hable con Hamilton o McHill?

- No, déjame hablar primero con Chiara, luego podemos hablar con ellos.

Martin sonrió levemente a Violeta y también se levantó.

- Violeta, sé que tienes miedo, yo también lo tengo.

La cirujana respiró hondamente para luego afirmar en silencio.

- Hasta ahora. – Se despidió el pelinegro saliendo de la oficina.

...

Chiara observaba detenidamente cómo la cirujana no quitaba ojo del plato de comida durante la cena, era raro, Violeta siempre intentaba hablar con ella todo lo que le había pasado durante el día, incluso ahora que no pasaban tantas horas juntas debido a que ella se iba de visita algunas horas luego del trabajo donde estaba Jasmine y su madre.

- ¿Cariño? – Dijo suavemente Chiara llamando la atención de la pelirroja.

- ¿Mm? – Fue el sonido inentendible de la boca de Violeta con comida.

- ¿Ha pasado algo? Te ves preocupada. – Dijo curiosa la morena.

La cirujana dejó de comer y movió uno de sus pies de forma inquieta, intentando buscar respuestas en sus propias manos.

- Bueno... La verdad, es que quería hablar contigo de algo... - Dijo casi susurrando.

- ¿Violeta? ¿Qué ha pasado? Por Dios, no me asustes...

Latidos (KIVI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora