Capitulo 15

69 11 111
                                    

Milena

Para cuando me despierto Niccolò ya está en el salón haciendo ejercicio.

—Buenos días. —Susurré.

—Greta me ha traído comida.

Voy a ignorar el detalle de que no me ha dicho buenos días, total ya estoy acostumbrada.

—Vamos al grano.

—¿Qué quieres saber?

—Tom me contó vuestra infancia y... lo que le hiciste.

—Tomasso no sabe todo lo que pasó.

—Según tú, ¿que pasó?

—Lidia, mi madre, siempre trató fatal a Tomasso. Ya sabes todo lo que le hacía... Intenté decirle a mi padre innumerables veces pero no tenía tiempo ni ganas para los asuntos familiares, siempre estaba fuera de casa.

Hace una pausa y continúa.

—Lidia me llevaba con sus amigas a jugar a sus juegos absurdos, supongo que Tomasso te habrá contado lo que me obligaba a hacer.

—¿Por qué no hiciste nada?

—Cuando Tomasso se enteró habló conmigo para ir a denunciar a Lidia. Ella se enteró de la conversación y me dijo en privado que si decía algo no volvería a ver a Susy ni a mi hermano jamás.

—¿Cómo podría hacer eso? —¿Cómo puede ser una mujer tan mala?

—Ella tiene muchas influencias gracias a mi padre. La muy desgraciada sería perfectamente capaz de matar a su propio hijo y a mi mejor amiga. Así que por eso le pegué a mi hermano. ¡Quería protegerlo!

Trago saliva. Me cuesta asimilar todo esto. No era la mejor elección pero lo entiendo era un niño y se debía sentir agobiado por todo lo que le estaba pasando. No era normal que un niño pasara por todo eso y se viera en la situación de dar la espalda a su hermano para protegerlo.

—¿Por qué nunca se lo llegaste a contar?

—Se fue de la casa y solo le he vuelto a ver una vez, nos dejó en claro a mí y a mi padre que lo dejáramos en paz.

—Tienes que decírselo ahora.

—No tiene caso. —Niega con la cabeza. —Ha pasado mucho tiempo.

—¡Nunca es tarde!

—Lena, te ha secuestrado. A ido a donde más me duele. ¿Entiendes eso?

—No me ha hecho nada ni pretendía hacerlo. Además, todo esto es culpa de Francesco Soracco.

—¿Podemos dejarlo así? Se lo diré cuando esté preparado.

—Es tú decisión. Y con respecto a la llamada...

—Lo de la llamada era real. En un principio solo quería eso, después descubrí que no eras como las chicas con las que solía estar tenías una vibra y un brillo diferente. Quería estar lo más cerca de tí lo más posible, ya sea besándote, abrazándote o simplemente mirándote..Decidí odiarte, así era más fácil... No funcionó. Me he enamorado.

Me quedo en silencio. No sé que tengo que hacer o decir.

Yo digo que te lo comas.

—¿No vas a decir nada?

Mi cerebro dice que no le crea pero mi corazón... Mi corazón lo ama como nunca pensé que podía querer a nadie.

—Dime que no te vas a ir con tu padre y me vas a dejar solo. Dímelo por favor.

La mia PrincipessaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora