Cuando, donde y como el amor quiera // Choni

Capítulo 82: ¿Cierto Andy?

- Dime que soy la única. – Le exigía Toni a su hija menor que estaba sentada en sus piernas mirándola. – Dime que no hay otra en tu vida – Cheryl giraba los ojos ante la exageración de su esposa, llevaba horas tratando de despegar a madre e hija. Tenían que irse a la clase de Lexi.

- Eres la única mami – Jules la agarraba de sus orejas. – Y nunca, nunca te voy a cambiar por nadie – le aseguró la niña.

- ¿Ni siquiera por esos niños que vienen a pedir que te cases con ellos? – Preguntó la morena.

- Por más que me case con algunos – nótese que la niña ya sabía que ella no iba a ser mujer de un solo hombre – tu siempre vas a ser mi primer amor. – Le dijo dulcemente la pequeña haciendo derretir a sus madres.

- Toni... Cariño... Tenemos que ir a la clase de Lexi – Cheryl agarró la mano de su mujer tratando de despegarla de su hija – Julie... ¿Puedes ayudarme por favor? – pedido de pelirroja mayor a pelirroja menor.

La niña se bajó de su madre y muy dramáticamente le dijo. – Adios mami... Ve con tus otras hijas que seguramente te estarán esperando... Yo me quedo aquí.... Solita... Extrañándote mucho, mucho, mucho. – La niña falsificó un par de lágrimas y Cheryl no pudo evitar pensar que era una actuación digna de un Oscar. Jules caminó un poco alejándose de sus madres para unirse a sus compañeritos, varios de los cuales la estaban esperando.

Cheryl arrastró a Toni hacia la puerta - ¡MAMI! ¡MAMÁ! – El lobito las llamó haciendo que ambas mujeres se dieran vuelta a mirarla.

- ¡MUÁC! ¡MUÁC! – Les tiró dos besos con su mano y murmuró un suave "Las amo".

La fotógrafa tuvo que agarrar a su mujer más fuerte, para evitar que fuera corriendo a abrazar a su hija, y aun más fuerte tuvo que apretar cuando vió que el lobito se estaba rodeando de compañeritos.

......

- ¿Y dónde están mis madres? – Apple le preguntó a sus tías. Verónica y Betty habían llegado rápidamente al colegio de las más grandes luego de la vergüenza que pasaron con la plastilina.

Verónica giró los ojos. – Déjame adivinar – Emma era la que hablaba. – Mami no puede despegarse de Julie – dió en la tecla.

- Le hubieran visto la cara al bomboncito cuando el sexto niño apareció a pedirle la mano de Jules – reía la latina. – Casi le hizo tragar el anillo de plastilina que había hecho para mi sobrina – el niño se había puesto de rodillas y todo.

- Menos mal que Cher estaba ahí para tranquilizarla – Betty había sido testigo de la ira Topaz.

- El que no debe estar nada contento debe ser mi hermano – saltó Gabi. - Está loco por el lobito – contó mientras Andy asentía a su lado.

- ¿Dónde está Lexi? – Preguntó Betty, era raro ver a Andy sin Lexi a su lado.

- ¿Sabe qué viene el bomboncito cierto? – Verónica divisaba una tormenta. – No vaya a ser que esté por algún rincón comiéndole la boca a Timmy. – Las niñas agitaron la cabeza en negativa.

- Créeme que lo sabe – aseguró Apple. - Además no hemos visto ni a Timmy ni a Pete, desde que se enteraron de que mami venía al colegio – le dijo el pececito.

- ¿Entonces donde está el terremoto? – Verónica se refería a Lexi obviamente.

- ¡LA CONVENCÍ! – Como si su nombre hubiera estado hechizado, Lexi aparecía en el grupo.

- ¿En serio? – Todas las jóvenes quedaron sorprendidas mientras las Berónica se miraban una a la otra.

- Por supuesto – la niña se limaba las uñas en su remera. – Nadie me puede decir que no – les aseguró engreídamente. – Aunque por eso tenga que quedarme horas extras en el colegio limpiando las pizarras por entrar a la dirección si esperar – la joven lo tomaba como algo normal y sus hermanas también, Lexi se creía con derecho de hacer lo quisiera en el colegio. – Pero eso no quita el hecho de que lo logre y ustedes me deben un... - Puso su mano en la oreja para escuchar lo que sus primas y hermanas tenían que decirle.