Capítulo 71: Una caja de bombones

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Un rato después del conflictivo almuerzo.

"La vida es una caja de bombones, nunca se sabe lo que te va a tocar." Decía la madre de Forrest Gump, y cuánta razón tenía esta mujer. Para Cheryl la vida al lado de Toni era una caja de bombones, de bomboncitos diría Verónica, bombones que la pelirroja probaba gustosa, deseosa y segura de que, sea el relleno que sea que le tocara, lo iba a disfrutar. Al lado de Toni conoció el verdadero significado de amar, conoció el placer del sexo desenfrenado, conoció la pasión por una persona, el asqueroso sabor de los celos, la desesperación por sentir la piel de otra persona, la tristeza de las peleas, en fin, Toni era su caja de bombones. Y ahora estaba allí, con la caja en sus manos, teniendo que elegir uno de los chocolates para llevarse a la boca, y Cheryl no quería hacerlo, no quería hacerlo porque sabía que fuese lo que fuese que tuviera adentro, a la pelirroja no le iba a gustar. Cheryl había ido demasiado lejos, había hecho que su morena se alejara de ella en la mesa, su morena, la mujer que en las primeras citas corría su silla para ponerla al lado de Cheryl, la mujer que tiempo después le confesó la razón de porque provocaba esos contactos, y la pelirroja lo había echado a perder. La pelirroja había empujado a su esposa a un lugar donde su mujer no quería estar, había hecho que su mujer explotara, que saliera corriendo, y por sobre todas las cosas, por primera vez no la había podido frenar. Le sostuvo la cara, la miro a los ojos, dijo las palabras claves, pero no pudo, Cheryl dejó de ser el lugar de Toni, Cheryl dejó de ser la debilidad de Toni, definitivamente la pelirroja no quería saber cuál era el relleno de ese bombón.

- Mamá – Cheryl estaba sentada en el escalón de la puerta de la casa esperando a su mujer. Levantó la cabeza porque sintió la voz de su hija mayor llamándola, efectivamente Beth junto a los demás habían llegado del almuerzo improvisado que ordenó Toni.

Lucas traía a Andy dormida en sus brazos, Bella hacía lo mismo con Emma y encima de Beth descansaba Jules. Por detrás de ellos caminaban Gabi y Apple, y más atrás, saltando, venía Lexi que arrastraba a Timy de su mano.

- ¿Las ponemos en su cama? – Preguntó Beth a su madre con un susurro. Cheryl asintió y los tres jóvenes entraron.

- ¿Podemos ir a la casita? – Preguntó Apple llegando a su madre.

- Si cariño, vayan tranquilas – Cheryl esperó a que Lexi se dejara caer encima de ella.

- ¡MAMÁ! ¿NO SABES LA HAMBURGUESA CON QUESO QUE ME COMI? – Preguntó emocionada - Beth dijo que no iba a poder comérmela entera porque era muy grande, pero yo le dije que si y ME LA COMÍ MAMÁ... ENTERITA – era todo un acontecimiento. – Me duele un poco la panza ahora, pero no importa ¿Cierto Andy? Bueno Andy está durmiendo ahora, pero cuando se despierte me va dar la razón ¿Podemos ir a la casita? – Cuando su hija respiró, Cheryl se tranquilizó.

- Por supuesto Lex, trata de no pelear tanto con Apple – por las dudas avisaba.

- Pero mami dice que si no peleo a Apple no soy yo misma – contestó hábilmente.

- Bueno trata de ser menos tú misma por hoy ¿Si? – la niña debe haber notado la cara de abatida de su madre, porque asintió sin dar batalla y con Timy en su mano, se fue a trepar el árbol, pero inmediatamente volvió hacia su madre soltando la mano del pequeño.

- Mamá – Cheryl la miró - ¿Por qué está el tío John tirado en el pasto? – Después de la trompada de Toni nadie se había preocupado por levantarlo, se aseguraron que siguiera respirando y lo dejaron ahí.

- Está durmiendo cariño – le respondió simplemente evitando la parte de la borrachera y de la pérdida de conocimiento por culpa del golpe.

- ¿Puedo dormir en el césped? – Lexi examinaba sus opciones.

Cuando, donde y como el amor quiera // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora