Capítulo 85: Las tardes de chusmas

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Casa Topaz Blossom. – Una semana después de la noticia del embarazo.

- ¿Verónica? – Cheryl estaba en su escritorio revisando el contrato que le había enviado L'Oréal Paris para que liderara el equipo artístico en la campaña de ese año, cuando unos golpes desesperados en la puerta la despabilaron. Sus hijas mayores habían salido a comprarse ropa para la cita de esta noche que tenían todas ellas con sus respectivas parejas. El solo hecho de recordar como Toni se paró en la puerta para evitar que sus "Pequeños animalitos" – según la morena - salieran a comprarse vestidos cortos y maquillajes "Pervertidos". – Según la morena, la hicieron reír mientras caminaba rumbo a la puerta. Antes de llegar, dio un vistazo al jardín y vio como Toni y Julie jugaban tranquilamente, de hecho fue el lobito la que con sus caricias y enormes pestañas calmó a su madre y logró que las dejara ir de compras. Bueno Jules y el hecho de que Cheryl le insinuara que durante la cita de sus hijas podían reestrenar los rincones de la casa por donde la morena y ella habían dejado sus rastros. Apenas abrió la puerta, vio a Verónica y notó que traía una furia interna mucho mayor de lo normal - ¿Estás bien? – Le preguntó si darse cuenta que Tomy se le ponía enfrente para preguntarle algo desesperado. – Está en el jardín – era obvio que el niño quería saber el paradero de Jules.

Tomy le dio un beso a su tía y salió corriendo en esa dirección en busca de su mini cita para esta noche.

Apenas el niño estuvo fuera de vista Verónica volvió la mirada hacia su amiga - ¿Vas a abrir tu boca para contarme que te pasa o tengo que emborracharte? – Le preguntó impaciente.

- Me pelee con Elizabeth y las niñas – por niñas se refería a Andy y Gabriela.

- ¿Qué hiciste ahora? – Le preguntó Cheryl juzgándola de antemano.

Verónica frunció el ceño - ¿Por qué piensas que fui yo? Tal vez fueron ellas – dijo enojada.

- Porque desde el embarazo de Gabi, tanto tú, como la cabeza dura de mis esposa no dejan a las niñas en paz, por poco y no las encierran en una jaula dorada. – La pelirroja giró los ojos cuando vio que Verónica ponía la cara de "Créeme que ganas no me faltan", la misma que había puesto su esposa cuando Cheryl le hizo la misma observación. – Además...

- ¿Sabes qué? – La frenó la latina – no quiero hablar contigo – le dijo enojada - ¡Ve y únete a mis hijas y a mi esposa en su club de "Odio a Cecilia Lodge" – le dijo.

- De acuerdo... ¿Llevo mi membrecía dorada? – Bromeó la fotógrafa obviando la cara que le ponía su amiga.

- ¿Te crees muy graciosa cierto? – La latina no toleraba a su amiga en este momento.

Cheryl sostenía la risa como podía. Estaba esperando a que Verónica huyera para levantar el teléfono y hablar con Betty.

- ¿Dónde está el bomboncito? – Desde la golpiza a "El amenaza", la relación de Verónica y Toni se había hecho aun más fuerte.

- En el jardín – le indicó Cheryl.

Verónica hizo el gesto para irse pero la pelirroja la frenó del brazo. – Espera... - Se fue a buscar algo y volvió rápidamente con un sombrero capellina bastante grande de color blanco que en su base tenía una cinta ancha negra, la latina la miró sospechosa. – Vas a necesitar esto para "La tarde de chusmas" – le indicó dándole el sombrero. – Ahora puedes irte – le dijo empujándola suavemente.

El ceño fruncido de Verónica llevaba largo tiempo en su rostro, su amiga preocupada por el sol no era algo de todos los días y además Verónica nunca se pondría un sombrero tan horroroso. Miró a Cheryl nuevamente con ganas de protestar, pero decidió seguirle la corriente e irse con el estúpido sombrero en sus manos al jardín.

Cuando, donde y como el amor quiera // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora