Capítulo 23: La Bestia

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A la mañana siguiente en el departamento de Cheryl.

- ¡BUENOS DIAS! – saludaba Cheryl al despertarse a Verónica y Betty que por pedido de la pelirroja se habían quedado cuidando a Beth y por lo tanto habían pasado la noche en casa de las Blossom.

- ¿Qué haces aquí? – Contestó Verónica – ¿No me digas que te pasaste la noche teniendo sexo con el bomboncito mientras nosotras y tu hija dormíamos en las demás habitaciones? - preguntó asumiendo la abogada.

- Buen día para ti también Ronnie y no Toni no se quedó en casa – contó mientras se servía una tasa de café.

- Buen día Cher – Betty si saludó – no le hagas caso a V, está idiota porque no la dejé meterse en la ducha conmigo – Betty sabía cuales eran las reglas en la casa de Cheryl: 1) Nunca dejar a Beth usar la cocina sola y 2) No tener sexo en su ducha.

- Gracias a Dios que existes tu para frenar al demonio sexópata de tu prometida B – le dio un beso en la mejilla.

– Además si Toni y ella se hubieran quedado en casa teniendo dulces sesiones de amor nos hubieran invitado ¿cierto? – miró a su amiga para asegurarse.

- Jaja – río la latina - ¿Y ahora quienes es el demonio sexópata? – se burló de su ex capitana.

Cheryl ignoró el tema. Después de haber terminado la cena en casa de Toni empacando sus ahora inexistentes juguetes sexuales, lo que menos quería la pelirroja era volver le a explicar a Betty que ella no estaba interesada en compartir de esa forma a Toni con la pareja de futuras esposas.

– A propósito hay una caja en mi habitación que necesito que se lleven – les informó Cheryl – tómenlo como un regalo de Toni.

Verónica al escuchar regalo no la pensó dos veces y prácticamente voló a la habitación para estar de vuelta en la cocina casi en tiempo record.

- ¿No estarás muy desesperada? – Preguntó Cheryl – antes que la habrás - porque sabía que lo iba a hacer – No quiero ningún tipo de bromas al respecto – pidió mirando a sus dos amigas.

- Ay Cher Cher ¿bromas?, sabes que ese no es mi estilo – mintió la abogada abriendo la caja – POR EL AMOR DE DIOS... ¿Qué es esto? – preguntó por simple reflejo porque ya sabía de que se trataba.

- ¡Ronnie! – La avivó Betty - Son películas como las que te gustan ver a ti mientras tu crees que yo no estoy – confesó la rubia.

- ¿Tú la dejas tenerlas? – preguntó sorprendida Cheryl a la bailarina mientras Verónica hurgaba en la caja sin prestarles atención a la conversación de las otras dos.

- Cheryl créeme, hay veces que tengo que escapar de ella porque no puedo más y esas películas se convierten en mis mejores amigas ¿entiendes? – explicó Betty.

- Está toda la colección completa de Jessica Larsson – Verónica no lo podía creer – Bueno ya sabemos quien es el demonio sexópata ahora eee – concluía mirando a Cheryl con una sonrisa maligna - ¿Y cómo es que decidió regalarlos? – preguntó curiosamente.

- Pues algo así como que yo la obligue – contó la pelirroja tratando de quitarle importancia.

Las otras dos la miraron inquisidoramente.

- No me miren así... Es mi novia y yo...

- ¿TÚ NOVIA? – preguntaron juntas.

Cheryl no pudo disimular la sonrisa, le encantaba decirlo – Si si – solo dijo.

- ¿Si si? ¿Es lo único que vas a decir? – La presionó su amiga - llevamos meses aguantándo trapear el piso con tu cara larga y ahora lo único que dices es "si, si" – evidentemente eso no le alcanzaba.

Cuando, donde y como el amor quiera // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora