No invoques lo que no puedes reprender

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En una ciudad donde la neblina se instalaba como un manto pesado sobre las calles, una iglesia católica abandonada se erguía como un recordatorio de las sombras que acechaban en la mente humana. Se decía que el lugar había sido el refugio de almas perdidas, atrapadas entre la fe y la oscuridad. Los ecos de sus rezos aún resonaban en las paredes, pero bajo su superficie, un templo satánico oculto aguardaba, alimentándose del sufrimiento.  La historia se centra en Roy y Liam, dos jóvenes obsesionados con la espiritualidad y las fronteras de la mente. Desde niños, habían estado fascinados por lo que consideraban "la verdad oculta", esa conexión entre lo tangible y lo etéreo que muchos temían explorar. Tras años de estudio y búsqueda, decidieron adentrarse en la iglesia para descubrir los secretos que habían quedado atrapados allí.  Al cruzar el umbral de la puerta principal, el aire se volvió denso y pesado, lleno de un olor a humedad y descomposición. Las paredes estaban cubiertas de grafitis que parecían susurrar historias de fieles olvidados. A medida que avanzaban por los pasillos oscuros, Roy y Liam sentían una mezcla de miedo y excitación. En su mente, cada habitación era una cápsula del tiempo, un refugio para almas atormentadas.  En la cripta, encontraron un viejo diario desgastado. Las páginas estaban llenas de garabatos incoherentes, escritos por un antiguo sacerdote llamado Adrián. A medida que leían, se sumergieron en la locura del sacerdote: visiones de demonios invocadores, rituales oscuros que prometían poder absoluto a cambio de sacrificios humanos. La escritura se volvía cada vez más errática hasta que terminó con una advertencia: "No intentes despertar lo que no puedes dominar".  Atraídos por las palabras del diario, Roy y Liam decidieron realizar uno de los rituales descritos. En el altar principal, rodeado de velas negras y símbolos satánicos grabados en la piedra, trazaron un círculo con sangre animal y encendieron velas rojas. Mientras recitaban las palabras del diario, sintieron una energía oscura envolviéndolos. Las

sombras comenzaron a danzar a su alrededor.  De repente, una figura emergió del suelo: era Adrián, con ojos vacíos pero llenos de desesperación. "¿Por qué me has traído aquí?", preguntó con voz quebrada. Roy intentó explicarle su intención de obtener poder, pero Adrián empezó a reírse maníacamente. "No hay poder sin sacrificio", dijo mientras susurraba secretos oscuros sobre el templo y sus rituales.  La figura se acercó peligrosamente a ellos; Roy sintió cómo su propia cordura comenzaba a desvanecerse mientras Liam temblaba de terror. Las voces en su cabeza se multiplicaron; ya no eran solo ecos del pasado, sino un coro ensordecedor que los empujaba hacia la locura. En ese instante crítico, comprendieron que habían cruzado una línea peligrosa: habían invocado algo que no podían controlar.  De repente, todo se oscureció. Al despertar, se encontraban en el altar al amanecer; sin embargo, algo había cambiado dentro de ellos. La neblina parecía más densa y los ecos de los gritos resonaban en sus mentes con más fuerza que nunca. Cada paso que daban los acercaba más a la locura; sentían las miradas invisibles de aquellos atrapados en el templo.  Consciente de que habían abierto una puerta al abismo sin fin, Roy y Liam comprendieron que la verdad no era lo que habían buscado; era un laberinto sin salida donde los hilos sueltos quedaban entrelazados con su propia cordura fracturada.  La oscuridad siempre tiene hambre, y ellos acababan de alimentarla. En un momento final lleno de desesperación y locura, ambos fueron arrastrados por fuerzas invisibles hacia el altar; sus cuerpos fueron desgarrados en un ritual sanguinario diseñado para saciar al demonio invocado. La sangre manó como ríos oscuros sobre el altar sagrado mientras sus gritos se ahogaban en el eco eterno del templo.  Y así queda la historia: macabra y extraña, dejando preguntas sin respuesta flotando en el aire espeso: ¿Qué le ocurrió realmente a Adrián? ¿Qué secretos permanecen ocultos en la iglesia? ¿Y qué parte de la locura ahora vive dentro del templo? La oscuridad siempre tiene

hambre...

Y tú por leerme acabas de alimentarla.....

"Susurros De La Madrugada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora