Lilith 3 (final)

30 10 0
                                    

Dios, al ver que todos los humanos que quedaban eran paganos, envió un diluvio, del que solo sobrevivieron 9 personas, los puros de corazón.En el lúgubre silencio que siguió al devastador diluvio, el mundo se reconstruyó sobre las cenizas de la maldad pasada. Pero en las profundidades del abismo, Leviatán y la Muerte albergaban su sed de venganza, su odio ardiendo como un fuego inextinguible.

Mientras los siglos transcurrían, Dios, en su infinita misericordia, recordó su promesa, enviar a una redentora que limpiase el mundo, pero sintió miedo de enviar a una mujer y que esta fuese engañada por Leviatán o por Eva, así que envió a su hijo unigénito, Jesucristo, para redimir al mundo de su pecado. Sin embargo, el astuto Leviatán, siempre atento, tomó posesión del cuerpo del joven Judas Iscariote cuando este apenas contaba con tres meses de edad.

Judas, con su corazón corrompido por la influencia de Leviatán, se infiltró entre los discípulos de Jesús, ganándose su confianza. Cuando llegó el momento oportuno, Leviatán, a través del cuerpo de Judas, traicionó a Jesús, condenándolo a una cruel crucifixión.

Eva, la Muerte, vaciló en su deber, permitiendo que Jesús sufriera una agonía insoportable. Este pecado atormentaría su alma por toda la eternidad. Pero en un momento de desesperación, Dios envió un terremoto que desgarró el velo que ocultaba a Eva, revelando su verdadera naturaleza.

Arrepentida y llena de remordimiento, Eva tomó a Jesús en sus brazos y lo mantuvo cerca de su corazón durante tres días. En aquel tierno abrazo, Leviatán sintió un destello del amor misericordioso de su Creador. Abrumado por la culpa y el arrepentimiento, decidió poner fin a su propia existencia. Mientras Eva abrazaba a Jesús, nadie murió en el mundo, ni siquiera Leviatán en el cuerpo de Judas, que llevaba 3 días colgado, Eva no se atrevió a acabar con la vida de Leviatán, así que lo envió a las profundidades del océano donde aguarda silencio el regreso de Jesús para encontrarse nuevamente con su amada.

Eva, ahora redimida, liberó a Jesús, Lilith y Satanás de su cautiverio en el reino de la muerte. Pero Leviatán, condenado a una eternidad en las profundidades del océano, vivió en una agonía insoportable, añorando el regreso de su amado Jesús.

Lilith, renacida de las cenizas de la muerte, adoptó el nombre de Jezabel y se convirtió en la seductora Reina de Samaria e Israel. Satanás, por su parte, aguardaba su castigo bajo el seno del Papado, su corazón lleno de amargura y resentimiento.

Y así, el mundo quedó en una tregua inestable, esperando el día en que todas las cuentas se saldaran y la justicia divina prevaleciera. Leviatán, atormentado por el remordimiento, anhelaba el regreso de Jesús, mientras que Eva, redimida por su arrepentimiento, esperaba con anhelo el día en que su amado Leviatán encontrara la paz.
Y Lilith ahora, conocida como La Ramera del Catolicismo espera la oportunidad para acabar, con los Seguidores de Dios.

"Susurros De La Madrugada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora