La poesía

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En la negrura eterna de la noche sin fin,
se escuchan a lo lejos los lamentos de almas perdidas,
susurros helados que se cuelan en la piel y el abismo,
clamores desgarrados de angustia desmedida.

En el abismo de la desesperación y la condena,
las sombras se contorsionan en danza macabra,
mientras los gemidos de los afligidos resuenan,
convirtiéndose en cánticos de desesperación aciaga.

En el reino de la penumbra y el agonizante silencio,
el gemido de los condenados perfora el alma,
y en el manto de la desesperanza se cierne el suplicio,
esperanzas marchitas entre sombras de palabra.

¡Oh, cuán escalofriante es el coro de los espíritus implorantes,
que con sus susurros gélidos ahogan la razón,
lamentos en la noche como gritos escalofriantes,
inundando el ser de horror y maldición sin compasión!

En esta tormenta de tristeza y desolación sin final,
se entreteje el tejido de la miseria más profunda,
mientras en la oscuridad se desvanece el umbral,
y el eco de las lamentaciones perfora la luna.

"Susurros De La Madrugada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora