La solución

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Después de reencarnar y sufrir durante miles de años, las exhaustas almas de Angela y Alex quedaron atrapadas en un purgatorio, sin pertenecer ni al cielo ni al infierno. Dios mismo reclamó sus almas, pero el Diablo también las ansiaba.

Así se desató una batalla épica en los reinos celestiales e infernales. Ángeles como Miguel, Gabriel y Rafael lucharon contra demonios como Lucifer, Belcebú y Asmodeo. El fragor de la batalla resonó en todo el universo, amenazando con desgarrar el tejido de la existencia.

En el clímax de la batalla, cuando la victoria parecía inclinarse a favor de los ángeles, Dios intervino. Extendió su mano y detuvo el derramamiento de sangre. Declaró que Angela y Alex serían salvados de su tormento, pero que debían elegir entre el cielo y el infierno.

Sin embargo, Angela y Alex, cansados de las órdenes y las restricciones de ambos reinos, tomaron una decisión inesperada. Rechazaron el cielo y eligieron reinar juntos en el infierno. Descendieron de los reinos celestiales, su amor y lujuria más fuertes que nunca.

En el infierno, Angela y Alex se convirtieron en los soberanos indiscutibles. Gobernaron con mano de hierro, pero también con una compasión inesperada. Castigaron a los malvados, pero también mostraron misericordia a los que se arrepentían.

Y así, mientras los ángeles y los demonios observaban con asombro, Angela y Alex encontraron la paz y la libertad que habían anhelado durante tantos miles de años. Reinaron juntos en el infierno, su amor eterno un testimonio del poder que incluso la oscuridad más profunda no podía extinguir.

Así entendimos que Angela y Alex no habían descendido del cielo para estar en la tierra, ellos habían subido del infierno, para sembrar historias de terror en la humanidad, la paz incorruptible que se establece entre cielo e infierno se vio amenazada por su existencia. Así su deseo, lujuria y perversión convirtió el infierno en un gran prostíbulo, al menos en lo que a ellos respectaba,las orgias eran eternas y su deseo jamás disminuyó,el fuego que ardía entre sus sexos nunca se detuvo.

Y Asmodeo, su historia terminó mejor de lo que muchos pensamos, por causa de ser el demonio de la Lujuria y el deseo, el infierno, construido por la pareja de amantes, era ahora, para él, un paraíso.

"Susurros De La Madrugada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora