¡Me gustas, Tonta! [Zuko, Avatar: la leyenda de aang].

03: Isla Ember

La esposa del Príncipe, Umi, se encontraba alistando a su pequeña hija de apenas un año, hoy Iroh y Ozai retomarían su tradición de hermanos, la cual consistía en pasar vacaciones en Isla Ember, ahora con las princesas Izumi y Sygin estarian presentes.

- ¿Estás feliz por ir a conocer la playa, cariño? - Dijo usando un tono agudo y gracioso que hizo reír a la infante, la cual sacudió sus brazos - usarás un vestido, hermosa, porque hace mucho calor allí - Hizo ruidos y la niña rió aún más.

Riendo alegre la pelinegra se dedicó a colocarle la ropa, le hizo puso un moño en su cabeza en el único mechón de cabello que tenía y con una sonrisa alegre llevó a su pequeña hija hacia donde estaban su esposo y su hijo jugando.

- ¡Oh, pero que flor más hermosa ven mis ojos! - Halagó Iroh acercándose a su esposa para besar sus labios - No te pongas, celosa, tu eres una hermosa flor de loto, la más hermosa de todas - Bromeó besando su mejilla con cariño.

- ¡Papi, no le digas así, Syg es una flor más preciosa! - Reclamó LuTen mientras la bebé estiraba sus brazos hacia él - Ven con tu hermano, yo te cuidare mucho y así no cansas a mami

Sygin fue entregada a su hermano mayor y este recibió besos en sus mejillas, por lo cual rió divertido. La alegre familia se dirigió al Palanquin Real, donde subieron para ser llevados por los sirvientes hacia la Isla Ember, al llegar fueron recibidos por la familia de Ozai, quien se acercó a recibirlos.

- Sean bienvenidos - Los recibió con alegría, con su hija Izumi, quien tenía el entrecejo fruncido, en brazos mientras jalaba la barba de su padre berrinchuda.

- Gracias, hermano, ¿Dónde está mi cuñada y mi amado sobrino? - Saludó Iroh con alegría, abrazando a su esposa.

- Aquí estamos, cuñado - Contestó Ursa, quien tenía un vientre abultado y a Zuko en brazos - Hola a todos - Saludó bajando la cabeza con respeto

- ¡Querida Ursa, hola! - Saludó con efusividad Umi, abrazándola con cariño - Wow, tu vientre está muy grande, el bebé debe estar entrenando - Bromeó y su concuñada rió.

- No se compara con Izumi, ella si que parecía estar entrenando dentro - Rió Ursa y su amiga sonrió alegre para mirar al pequeño niño que estiraba sus brazos hacia ella.

- ¡Zukito, mi tesoro! - Chilló Umi con alegría alzando al niño que avergonzado se escondió en su cuello, haciéndoles sonreír a los adultos. - ¿Y esa hermosura no va a saludar? - Preguntó ahora mirando a Izumi, la cual tenía un mechón de cabello chamuscada de su padre en sus manos

- ¿Ese cabello está quemado? - Preguntó Iroh sorprendido al igual que su esposa y Ozai asintió con orgullo.

- Así es, mi hija ya ha comenzado a mostrar sus habilidades de Maestra Fuego - Alardeó y su hermano sonrió con alegría acercándose a besar la mejilla de la niña que lo miró molesta.

- Soy tu tío, cariño, mi nombre es Iroh, ellos son mi esposa Umi - Apuntó a su bella esposa quien besaba la pancita de Zuko - Y mis hijos LuTen - El niño con dientes faltantes sonrió alegre para saludar a su primita - Y Sygin - Finalizó acercando a la última hacia la ojiverde.

La ojigris aplaudió alegre por conocer a otro bebé de su misma edad, mientras que la ojiverde le pegó una palmada alejándola de ella. Eso hizo reír a Ozai, mientras su esposa se encontraba avergonzada.

- Sacó mi carácter - Aseguró con orgullo para bajar a la niña al suelo, dejándola gatear hacia los cangrejos-tortuga a los cuales persiguió.

- Él es más parecido a Ursa - Apuntó a Zuko con la cabeza, este miró curioso a la niña que estaba apunto de llorar y estiró su brazo hacia ella

- ¿Pero que..? - Umi se acercó con Zuko en brazos hacia su pequeña hija, quien al ver al niño se le pasó la pena y lo miró alegre

- Bebé - Dijo Zuko sorprendido acercándose más y la niña se acercó a besar su cara con alegría, por lo cual él rió avergonzado alejándose y escondiéndose en el cuello de su tía.

Eso hizo reír a los adultos y LuTen sonrió risueño.

- Cuando sean grandes se podrán casar ¿No, mami? - Preguntó con emoción haciendo que los adultos lo miraran sorprendidos.

- Por supuesto, cariño, después de todo no comparten sangre, por lo que no sería incorrecto - Dijo Umi, haciendo reír a Ozai.

- Ella no es digna de estar con mi hijo, un príncipe puro - Le recordó y la mujer lo miró molesta.

- ¿Y alguien pidió tu opinión? No ¿Cierto? - Respondió levantando su barbilla con altanería haciendo fruncir el entrecejo a su cuñado. - Recuerda que Sygin ahora es una Princesa hija del Futuro Señor del Fuego, por ende tiene un puesto superior a ti inclusive - Le recordó.

- Serían una bonita pareja, ambos se ven muy bien juntos - Cambió de tema Ursa y su cuñado sonrió asintiendo.

- Deberíamos comprometerlos, ¿No creen? Después de todo sabemos que sus hijos serían muy poderosos - Sugirió y Ozai frunció los labios.

Si lo pensaban bien su hermano tenía razón, si el fracasado de su hijo que no tenía pinta de ser Maestro Fuego se casaba con la niña Guardiana del Avatar le aseguraba un buen puesto a su primogénito debido al faboritimos que tenía Azulon con Sygin y tendrían una excelente descendencia. Terminó sonriendo ante la idea.

- Por supuesto, es mejor que todo quede en familia - Aceptó y ambos hermanos estrecharon sus manos sellando el trato - Vayamos a disfrutar de la comida y dejemos a los niños jugando - Sugirió tomando a su esposa de la mano.

- Hagamos caso a tu hermano, cariño - Bromeó Umi con ironía haciendo reír a su esposo, quien le hizo una seña de que hablara más bajo mientras reían cómplices.

Ambas parejas se sentaron debajo de las sombrillas sobre unas mantas y comenzaron a preparar los embutidos y bebidas a tomar, mientras que LuTen corría de un lado a otro con sus primos siguiéndolo y su hermana en brazos riendo.

- Será un gran Señor del Fuego - Susurró Umi y su esposo asintió orgullos de ello, mientras besaba su mano.

LuTen reía mientras ahora los niños estaban encima suyo haciéndole cosquillas y dejándole rastros de baba.

De repente cuando el mayor corrió hacia sus padres para hacerles una pregunta, los menores se quedaron en la orilla del mar.

- ¡Tutuga! - Gritó Sygin con alegría mirando a un cangrejos-tortuga, a su lado el pelinegro sonrió alegre mientras la veía aplaudir.

Pero el cangrejos-tortuga fue capturado por halcón, haciendo asustar y pucherear a Sygin.

- ¡Pajarito! - Gritó alegre Izumi riendo mientras aplaudía emocionada.

Zuko al ver a la ojigris triste decidió correr a salvar al animal, pero se dió cuenta de que estaba condenando al halcón a pasar hambre y miró indeciso a ambos animales, también miró a su hermana y a su acompañante, una de las dos estaría triste con su decisión.

- ¡Zuko, sal de ahí! - Gritó Ursa preocupada y una ola arrasó con el pequeño príncipe, Ozai enseguida se lanzó a salvarlo. - Hijo mío - Sollozó con su hijo en brazos, este lloraba en brazos de su madre mientras tosia el agua.

Los demás niños también lloraban al verlo llorar, sus padres se dedicaron a consolarlos, Iroh hizo un show de "magia" haciéndolos sonreír y olvidar el mal rato, luego de eso disfrutaron de la tarde y noche

Eran sin dudas buenos momentos familiares ¿Pero cuanto durarían?