🎋 𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨🎋

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Los años habían transcurrido con tal velocidad que parecían un simple pestañeo al despertar de un sueño, uno bastante agridulce y nostálgico. Luo BingHe abrió sus ojos lentamente, pestañeando algunas veces para acostumbrarse a la luz. El cielo que mira es de un color rojizo por lo que probablemente el sol estaba por ponerse. Siente frío y está húmedo, no, mejor dicho hay agua en el suelo debajo de él.

Le toma algunos segundos darse cuenta de que se encuentra en la orilla de lo que parece ser un lago. El agua rodea su cuerpo y empapa su ropa haciendo que el frío calé en sus huesos. Se levanta lentamente para evitar marearse y caer, y escanea con la mirada y sumo cuidado el mundo a su alrededor.

—Regresé.

Una sola palabra sale de su boca para después esbozar una sonrisa tranquila y llena de dicha. El lugar en donde se encuentra, reconoce, es en las afueras del bosque cerca del Palacio Huan Hua. Sigue siendo el mundo humano, no el panorama híbrido entre demoníaco y humano que había creado al fusionar ambas partes.

Ahora bien, la pregunta importante era: ¿En qué momento de la "historia" se encontraba?, no podía ser demasiado tarde, ¿verdad?

Tenía que seguir con vida. Él tenía que seguir con vida.

—...

Sin perder tiempo, Luo BingHe avanzó hacia el palacio con una certeza inquebrantable, siguiendo un camino que conoce de memoria como si fuera su "propio hogar".

Al llegar, varios discípulos se acercaron de inmediato, sorprendidos por el estado empapado de BingHe. Él les respondió con una pequeña sonrisa, asegurándoles que estaba bien y que su reciente misión había incluido una batalla cerca del lago. Mientras algunos aceptaron la explicación sin más, otras personas se preocuparon por su estado y corrieron a buscar mantas, ropa limpia y a los sirvientes para preparar un baño caliente. Aprovechando el caos entre los discípulos vestidos de amarillo, se deslizó entre los pasillos ignorando algunas de las voces jóvenes que le llamaban para que regresara. No deseaba atención ni compañía innecesaria; lo único que le importaba en ese momento era encontrar a "esa" persona.

El camino hasta la Prisión del Agua era largo y sinuoso, durante el trayecto se encontró con más discípulos a los que sólo dio un saludo rápido y continuó su recorrido sin prestar atención. No permitió que nadie se acercara a cuestionarlo, aunque por fuera se viera tan tranquilo y sereno como siempre, por dentro la ansiedad lo carcomía poco a poco, su respiración se aceleraba y comenzaba a sudar.

Cada paso lo llevaba más allá de un laberinto de cuevas oscuras, donde el eco de sus pasos resonaba en las paredes rocosas. A medida que descendía por una interminable serie de escalones desgastados, el sendero se hacía cada vez más estrecho y complicado. Finalmente, después de un trayecto que parecía no tener fin y varios minutos de camino, pudo percibir la sala oculta al final de todo, su objetivo a la vista en medio de la penumbra. Se tomó unos momentos solamente para pensar frente a la puerta de la celda que contenía al prisionero más importante por el momento y a la única persona a la que deseaba ver en ese instante, con una última respiración profunda tomo ambas manillas de la entrada y lentamente abrió la puerta para entrar a la habitación.

En medio de la habitación, se encontraba arrodillado y atado con cables de unión inmortal que no le permitirían usar cualquier habilidad con su energía, el antiguo señor del Pico Qing Jing: Shen QingQiu.

En ese momento, el semi-demonio se vio abrumado por una tormenta de emociones y sentimientos que le causaban un dolor agudo en el pecho. En particular, vinieron a su mente recuerdos agridulces: los días posteriores a la muerte de su Shizun, el asesinato de Yue QingYuan y la aniquilación por su propia mano de todos los miembros de las grandes sectas. Recordó cómo se había asegurado de que no quedara nadie capaz de desafiar al autoproclamado Emperador de los Tres Reinos.

𝒀𝒊𝒌𝒂𝒐 🎋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora