𝒀𝒊𝒌𝒂𝒐 🎋

🎋𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑. 𝐑𝐞𝐧𝐜𝐨𝐫 𝐈🎋

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𝑩𝒊𝒏𝒈𝑯𝒆 𝒔𝒖𝒎𝒊𝒅𝒐 𝒆𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒅𝒊́𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒊́𝒑𝒖𝒍𝒐, 𝒆𝒗𝒐𝒄𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒔𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒔𝒖 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐 𝒚, 𝒆𝒏 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒊𝒄𝒖𝒍𝒂𝒓, 𝒍𝒂 𝒇𝒊𝒈𝒖𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒐𝒄𝒖𝒑𝒂 𝒖𝒏 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒑𝒓𝒆𝒅𝒐𝒎𝒊𝒏𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒑𝒆𝒏𝒔𝒂𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔.

𝑨𝒒𝒖𝒆𝒍𝒍𝒂 𝒅𝒂𝒈𝒂 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒃𝒊́𝒂 𝒔𝒊𝒅𝒐 𝒅𝒆𝒕𝒆𝒏𝒊𝒅𝒂 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒓𝒂𝒎𝒂 𝒔𝒊 𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏 𝒑𝒂𝒓 𝒅𝒆 𝒅𝒆𝒅𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒐𝒔𝒕𝒆𝒏𝒊́𝒂𝒏 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒄𝒉𝒊𝒍𝒍𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒂 𝒑𝒖𝒏𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒏𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍𝒊𝒄𝒂𝒅𝒂.

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Shen QingQiu había dado la orden a los estudiantes más experimentados para impartir la clase de ese día mientras él asistía a una reunión con el resto de los líderes de los demás Picos.

La Secta de la Montaña Cang Qiong se destacaba por contar con una amplia gama de estudiantes sobresalientes en técnicas de cultivación, artes marciales y otras disciplinas como la música, la pintura y la literatura. Estos estudiantes estaban distribuidos en siete montañas, conocidas comúnmente como los Picos. Cada Pico era liderado por cultivadores que habían alcanzado la Iluminación e Inmortalidad, y que poseían un dominio del qi superior al de sus compañeros. Estos líderes habían sucedido al anterior en el cargo, asumiendo así su posición.

El Pico Qing Jing, donde residía Luo BingHe, se dedicaba a las artes de la literatura y la pintura, y su estilo de combate se centraba más en la estrategia que en la lucha directa. Su líder, Shen QingQiu, conocido por su brillantez mental, también era famoso por su método de enseñanza extremadamente estricto y, a veces, cruel con sus discípulos.

Entre los bosques de bambú del Pico Qing Jing se encontraban diversas zonas, incluyendo cabañas que funcionaban como dormitorios y salones de clases, situadas en un claro de tierra. Las áreas de práctica y los almacenes estaban discretamente ocultos entre los bambúes. Mientras que la densa vegetación podría resultar problemática para los forasteros, para los discípulos las sesiones de meditación y camuflaje ofrecían una experiencia extremadamente gratificante y productiva, en comparación con la de otros picos.

Quizá fue por eso que Shen QingQiu puso tanto esfuerzo en mantenerlos cuando habían declarado que quitarían aquellas partes que demostrarán ser un obstáculo para el aprendizaje y desarrollo de los estudiantes, incluyendo por supuesto las grandes hectáreas del bambú. Él mismo había sido un discípulo de ese pico y entendía a la perfección las ventajas de tener un lugar así, solo esperaba que sus propios pupilos fuesen lo suficientemente inteligentes para apreciarlos y aprovecharlos también.

Era el tercer día en que Luo BingHe acarreaba leña en su espalda para mantener las chimeneas de las cabañas encendidas, en teoría, cada discípulo debía llevar a cabo esa tediosa tarea al menos una vez a la semana. Sin embargo, BingHe había acabado siendo el responsable de dicha tarea a contra de su voluntad, y es que, a la edad de trece años, era bastante más pequeño que los de su edad y aunque su fuerza comenzaba a aumentar poco a poco, aún no era los suficiente para enfrentar a los más experimentados de sus compañeros quienes le habían encomendado tan "divertida tarea".