𝒀𝒊𝒌𝒂𝒐 🎋

🎋 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖. 𝐀𝐛𝐚𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐈𝐈🎋

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Este capítulo relata un recuerdo por lo que estará escrito en letra Italica (letras inclinadas). Cuando el recuerdo termine, el formato regresará al normal.

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La familia Ning se destacaba por su alta posición, reputación y talento en la pintura. Sus abanicos pintados a mano, con diseños intrincados y trazos suaves, eran especialmente reconocidos por sus hermosos paisajes. Cada pieza era única, lo que aumentaba su valor considerablemente. Varios de los líderes de la familia habían estudiado artes y cultivo en el Pico Qing Jing, y era común que los herederos siguieran esta tradición. A pesar de las críticas sobre el severo entrenamiento que el líder del Pico imponía a sus estudiantes, la familia Ning seguía enviando a sus hijos allí sin vacilar.

Shen QingQiu entró a la tienda de abanicos con su porte elegante y distintivo. Su túnica verde, adornada con bordados delicados en tonos dorados, caía con gracia alrededor de sus piernas, resaltando un estilo refinado y sofisticado. Los pliegues de la tela se movían suavemente con cada paso, evidenciando la calidad de la prenda. Sobre su cabeza llevaba un sombrero de paja de ala ancha. Un velo translúcido, de un tono blanco que complementaba la túnica, caía desde el ala del sombrero, suavizando su rostro y añadiendo un toque de misterio. A medida que cruzaba el umbral, el suave murmullo del velo y el brillo sutil de la tela verde creaban una estampa de sofisticación y encanto en el ambiente de la tienda.

Cuando fue visto por uno de los empleados de la tienda, este corrió a avisar a sus jefes de la visita inesperada. Mientras el inmortal retiraba el sombrero de su cabeza observo como una pareja de adultos mayores salió a su encuentro, recibiendo con alegría y estima al cultivador.

-Maestro Shen, ¡Qué afortunados somos con que nos visite una vez más! ¿Cuándo fue la última vez que se cruzó por aquí?, ¿dos, tres años? -La risa alegre del hombre con apariencia bonachona hizo que los presentes sintieran un ambiente más ligero. Incluido el propio Shen Jiu.

-He tenido que hacer unas misiones cerca de aquí, así que aproveche la oportunidad para visitarlos. -Su voz estaba equilibrado entre la suavidad y neutralidad, no mostraba ningún tipo de severidad si no que era calmo y tranquilo. -No es lo mismo comprar abanicos desde la distancia a verlos y escogerlos en vivo.

-¡Oh!, ¿Habla de la criatura marina que está en el lago y que ha devorado a tres pescadores?, ¡Cuídese mucho por favor!, hemos oído terribles cosas de ella. -La mujer mayor, que era la esposa del dueño de la tienda habló con voz bastante preocupada, uniendo sus manos en forma de súplica ante el otro.

-¡Mujer!, ¿qué tonterías dices?, claramente esa anguila escuálida no debe ser problema para alguien como el Maestro Shen QingQiu...

-¡Y tú siempre te tomas las cosas a la ligera, por eso ayer se quemó todo el arroz blanco!

-¡¿Qué?,! ¡¿eso qué tiene que ver?!, ¡solo me fui a tomar una siesta de cinco minutos y cuando regresé esa olla se había quemado completamente!