A medida que Felix y Hyunjin comenzaron a pasar más tiempo juntos, Felix se dio cuenta de que había algo en la forma en que Hyunjin hablaba y actuaba que lo mantenía siempre en guardia. Había momentos en los que Hyunjin parecía abrirse, mostrando un lado vulnerable que lo hacía parecer accesible. Pero luego, en un abrir y cerrar de ojos, volvía a cerrarse como una caja fuerte, dejando a Felix con más preguntas que respuestas.
Una tarde, mientras caminaban por un parque cercano, Felix decidió que era hora de hablar sobre lo que estaba sintiendo.
Felix: Hyunjin, he notado que a veces... pareces distante, como si estuvieras preocuopado por algo. ¿Está todo bien?
Hyunjin lo miró de reojo, pero no respondió de inmediato. En cambio, se detuvo y se sentó en un banco, invitando a Felix a hacer lo mismo.
Hyunjin: ¿Te incomoda que hablemos tanto? He notado que a veces pareces... preocupado.
Felix: No, no es eso... Solo es que, no sé, siento que hay cosas sobre ti que no conozco. Pero, aún así, quiero conocerte mejor.
Hyunjin sonrió, pero había algo en su expresión que parecía esconder una sombra.
Hyunjin: Felix, todos tenemos nuestras sombras, partes de nosotros que no mostramos fácilmente. No es que no quiera abrirme contigo, es solo que algunas cosas son... complicadas.
Felix: Lo entiendo. Solo quiero que sepas que puedes confiar en mí, si alguna vez necesitas hablar de esas cosas complicadas.
Hyunjin asintió, agradecido, pero Felix no pudo evitar sentir que esa conversación no había llegado a ningún lado. Había esperado obtener alguna respuesta, algún indicio de lo que realmente pasaba por la mente de hyunjin, pero se quedó con las manos vacías.
Esa noche, mientras caminaba de regreso a casa, Felix no podía dejar de pensar en lo que Hyunjin había dicho. ¿Qué tipo de sombras cargaba Hyunjin? ¿Y por qué sentía que debía protegerse tanto de los demás? Decidió que no dejaría de intentar acercarse a él. Había algo en Huunjin que lo atraía, algo que lo hacía querer desvelar esos misterios, sin importar lo que pudiera encontrar.
