Después de la conversación que tuvieron, algo cambió entre Felix y Hyunjin. Hyunjin comenzó a confiar en él más, pero con esa confianza vinieron más preguntas que respuestas. Hyunjin le reveló que su familia estaba involucrada en negocios peligrosos, y que él no podía escapar de ello. Felix lo escuchó en silencio, sin juzgar, aunque por dentro sentía un torbellino de emociones.
Felix: Entiendo que estás atrapado en algo que no puedes controlar, pero... ¿No hay manera de salir de eso?
Hyunjin: No es tan sencillo, Felix. Mi familia espera cosas de mí, y hay consecuencias si no cumplo con sus expectativas. Pero no quiero arrastrarte a esto. No puedo permitir que te pongas en peligro.
Felix: ¿Y qué se supone que haga? ¿Quedarme al margen mientras tú sufres?
Hyunjin bajó la mirada, sintiéndose culpable por preocupar a Felix.
Hyunjin: Lo único que quiero es protegerte. No quiero que termines lastimado por mi culpa.
Felix: No me importa lo que cueste, Hyunjin. No me alejaré de ti, no importa lo difícil que se ponga.
Hyunjin no pudo evitar sonreír tristemente, sabiendo que Felix no entendía completamente en qué se estaba metiendo. Aun así, algo en él se sintió aliviado de no tener que cargar con todo solo. Pero la verdad era que la situación con su familia se estaba complicando más, y sabía que pronto tendría que tomar decisiones difíciles que podrían cambiarlo todo.
Las semanas siguientes fueron un torbellino de emociones para ambos. A medida que Felix y Hyunjin se acercaban más, también se distanciaban de sus vidas normales. Los amigos de Felix notaron su ausencia, pero él estaba demasiado concentrado en Hyunjin como para darse cuenta. Hyunjin, por su parte, comenzó a pasar más tiempo fuera de casa, buscando cualquier excusa para evitar las tensiones familiares que estaban llegando a un punto de ruptura.
Una noche, después de un día particularmente difícil, Hyunjin apareció en la puerta del apartamento de Felix, mojado por la lluvia e inevitablemente abatido. Sin pensarlo, Felix lo dejó entrar, sin preguntar, sabiendo que Hyunjin solo quería un lugar seguro para refugiarse.
Hyunjin: Felix, no sé cuánto más podré seguir soportando esto. —dijo con voz rota, dejándose caer en el sofá.
Felix: Estoy aquí para ti, Hyunjin. No tienes que enfrentarlo solo.
Hyunjin lo miró, sus ojos llenos de una mezcla de desesperación y gratitud.
Hyunjin: Gracias, Felix. No sé qué haría sin ti.
Felix se sentó a su lado, dispuesto a ofrecerle todo el apoyo que necesitara. Pero sabía que esto era solo el comienzo de algo mucho más oscuro y complicado. Y aunque estaba dispuesto a enfrentar cualquier cosa por Hyunjin, no podía evitar sentir miedo por lo que el futuro les deparaba.
