Un año después de su enfrentamiento final con la familia de Hyunjin, Felix y Hyunjin se encontraron en un lugar completamente diferente. Habían superado las sombras que alguna vez amenazaron con consumirlos, y aunque todavía quedaban rastros de su pasado, ambos habían encontrado la paz que tanto habían anhelado.
Un día, mientras caminaban por la playa cercana a su nuevo hogar, Hyunjin se detuvo y miró al horizonte, con una expresión pensativa.
Hyunjin: Nunca pensé que podría sentirme tan en paz. Es como si todo lo que pasamos finalmente valiera la pena.
Felix se acercó a él, tomando su mano.
Felix: Lo valió, porque estamos juntos. Y siempre lo estaremos, sin importar lo que pase.
Hyunjin sonrió, apretando la mano de Felix con fuerza. Aunque el futuro seguía siendo incierto, sabían que mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier cosa.
Esa noche, mientras observaban el atardecer desde la terraza de su casa, Hyunjin miró a Felix con una mirada llena de amor y gratitud.
Hyunjin: Gracias por no rendirte conmigo, Felix. Gracias por estar a mi lado, incluso en los momentos más oscuros.
Felix lo besó suavemente, respondiendo con una sonrisa.
Felix: No tienes que agradecerme. Estaba destinado a ser así, Hyunjin. Tú y yo, juntos, siempre.
Y con esas palabras, se abrazaron, sabiendo que aunque el camino había sido difícil, habían encontrado su final feliz. Habían comenzado de nuevo, no solo como individuos, sino como una pareja fortalecida por cada obstáculo que habían superado. Y sabían que, pase lo que pase, siempre tendrían el uno al otro.
FIN
Así concluye la historia de Hyunjin y Felix, un viaje lleno de desafíos y pruebas, pero también de amor, esperanza y una profunda conexión que los llevó a superar todos los obstáculos en su camino hacia un nuevo comienzo.
